Zapatero es temporal

 

Para gente como él Zapatero acaba de anunciar que subirá los impuestos de forma «limitada y temporal». Sabe a quién se dirige, que no es a personas como la que suscribe, dispuesta a colocarse de cajera en Mercadona si a ustedes les dejaran de interesar mis comentarios, momento que espero no llegue nunca; ni tampoco a los medianamente informados que saben que aquí, como en cualquier otro país, el Gobierno debe tener entre sus máximas prioridades la de una política fiscal que sirva de eje a su política económica. Dicho para que me entienda hasta el albañil sin ganas de trabajar: que calcule anticipadamente cuánto y cómo va a recaudar y en qué va a emplear ese dinero.

 

Como ninguno de los incluidos en esas categorías le vamos a votar, el presidente habla para que le crean los que viven, queriendo o a su pesar, con su misma incertidumbre: la de cómo llegar a fin de mes. Él no sabe en cuánto aumentará el déficit del Estado; su público, si podrá pagar la letra del coche. A todos ellos Zapatero necesita mantenerles en la falsa esperanza de que la crisis, el paro y los impuestos son temporales para que no se den cuenta de que el temporal es él.