Devaluación: atraco a la sociedad venezolana

El Universal

En 1609, Juan de Mariana, sacerdote jesuita, publica su obra La Depredación de la Moneda, donde denuncia a Felipe III por robar a la gente y obstaculizar la industria y el comercio. Dice: el robo se debe a la devaluación de la moneda, que contribuye a la crónica inflación que padece España. Demuestra que es un impuesto oculto y el más oneroso que grava la propiedad privada de los súbditos, como es su ingreso, empobreciendo dramáticamente a la población. Según su teoría política, ningún Rey tiene derecho a imponer impuestos sin consentimiento del pueblo porque el poder político tiene su origen en el pueblo. El Rey no posee competencias sobre la propiedad privada de sus súbditos, ni puede apropiarse de la riqueza de éstos a voluntad o capricho. Mucho menos cuando su objetivo es la avidez de obtener fondos para sus propios antojos y el resultado final será la destrucción económica de los gobernados.

Lloriqueos Los ministros de la economía se han quejado del diferencial cambiario entre el dólar oficial y el innombrable y de la inflación: que si es estructural, que si la culpa es de los especuladores o de la crisis mundial. El Presidente, atendiendo sus lloriqueos, en su Aló Presidente del 15-8-09 anunció un nuevo paquete económico para corregir los desequilibrios.

Pero ya no pueden echarle la culpa a otros, sino a sus atroces políticas que ni siquiera son socialistas. Si quieren aprender de socialismo auténtico evalúen a Alemania, Noruega y Suecia. Las políticas del Gobierno son puro mercantilismo que sólo benefician a los grupos privilegiados, empobreciendo al resto del país. Las estadísticas no se las creen ni ellos mismos. Vayan al mercado y dense cuenta de los niveles de inflación y escasez que vivimos los venezolanos. No menos de 50% por año.

Sería bueno que aprendieran de la historia económica venezolana para que se den cuenta de los gravísimos errores que están cometiendo: de 1920 a 1957, Venezuela crecía a un promedio anual de 9,9%, su inflación era menor de 1% porque había disciplina fiscal, monetaria y cambiaria, no existía déficit fiscal ni deuda. Hasta 1939, cuando se crea el Banco Central, la emisión monetaria la hacían bancos privados debidamente respaldados por oro. Después de creado, hasta los setenta siguió la misma disciplina. Posteriormente, los presidentes de la República de turno fueron aplicando políticas, que este régimen ha profundizado, que relajaron la disciplina fiscal y monetaria, infligiendo daños graves a la población.

Descomunal ingreso En 10 años este Gobierno ha recibido los ingresos petroleros más altos que haya recaudado gobierno alguno. Según cifras oficiales, entre 1999 y 2009, $409.194 millones, sin contar los impuestos internos, el enorme endeudamiento externo e interno, y la hipoteca inconstitucional que le han impuesto a la nación. A pesar de estos ingresos, el Gobierno ha devaluado 1.106%. La brecha de 216% entre los dos tipos de cambio se debe a que la gente sabe que no hay reservas internacionales con qué sostener el cambio de Bs. 2,15 por dólar, pues se necesitarían $100.242 millones, y sólo hay $31.325 millones, que pueden respaldar un tipo de cambio de Bs. 6,88. La política cambiaria ha sido un fracaso, sencillamente porque necesitamos disciplina fiscal y monetaria y, sobre todo, que respeten al Banco Central.

Beneficiados ¿A quién beneficia la devaluación? Al Gobierno como dueño de 93% de las divisas que entran al país, las cuales se regalan alegremente para financiar una revolución fracasada, mientras en el país no existe seguridad personal, ni justicia, la Asamblea aprueba leyes inconstitucionales, no funcionan los hospitales, ni la educación ni los puertos, la infraestructura está destruida y las cifras de disminución de la pobreza son un chiste. El INE para el 2008 señala que la población activa es de 12,8 millones, de estos 44% están en la economía informal, o sea, más de 5 millones de venezolanos no tienen empleo formal. De 7 millones de población inactiva sólo 20% tiene seguro social. Además, las cifras no reflejan la realidad. Vayan a los cerros y dense cuenta de la pobreza e inseguridad en que vive la gente. Con cuáles hospitales y escuelas cuentan. El otro beneficiario es la disminución de la deuda del Gobierno en 200%. Los grandes perjudicados somos la mayoría de los venezolanos que nos atacan con las armas de la devaluación y la inflación.

Recordemos que la Revolución Americana fue por los impuestos que la Corona impusiera sin consentimiento del pueblo.