Uribe sube en las encuestas políticas

Infolatam

La bolita giraba y giraba en la ruleta electoral. Muchos jugadores apostaron fuerte por la casilla de Álvaro Uribe. Están convencidos de que volverá a ser Presidente. Por eso el Partido Social de Unidad Nacional, conocido en Colombia como el de la U, creado a imagen y semejanza del mandatario, atesoró más fichas que nadie. El año próximo sabremos si acertaron o cometieron un terrible error.

A las doce de la noche del lunes 14, finalizaba el plazo fijado para que legisladores, concejales y diputados regionales saltaran de partido sin ser sancionados. Una nueva ley pretende acabar con los tránsfugas, muy comunes en estas tierras, pero antes de ponerla en práctica permitieron que los políticos brincaran una última vez hacia otras toldas.

La U acogió  a veintiún representantes entre ambas cámaras, aunque perdió tres. Ahora tiene un grupo parlamentario de 74 integrantes, superando con creces al opositor Partido Liberal, que antes era el mayoritario, sumando ambas cámaras, con 55, y ahora quedó en 58. El Partido Conservador, también afecto a Uribe, salió muy beneficiado por una medida que habla muy mal de la clase política colombiana: conquistó ocho tránsfugas y ahora suma 58, la segunda fuerza.

La mayoría de saltimbanquis provienen de partidos pequeños que quedaron moribundos porque buena parte de sus integrantes están investigados o presos por paramilitarismo, y de Cambio Radical, del derechista Germán Vargas Lleras. Precisamente sus pérdidas son las que mejor explican el éxito de captación del partido uribista por excelencia. Ante la encrucijada, cambiaron sus fichas de sitio para dejarlas en la casilla de la segunda reelección de Uribe.

Vargas Lleras, un aliado del mandatario desde el 2002, puso tierra por medio cuando el entorno de Uribe empezó sus oscuras maniobras para cambiar otra vez la Constitución y permitirle aspirar en el 2010. No solo manifestó su rechazo desde el principio sino que presentó su candidatura presidencial.

Su distanciamiento con el Jefe de Estado provocó una división interna en Cambio Radical, entre quienes están empeñados en seguir la estela del Presidente y los que prefieren mantenerse fieles a su líder. Pero hasta el lunes a medianoche no estaba clara la magnitud de la desbandada, hasta qué punto estaban convencidos de que Uribe seguiría en Casa Nariño, pese a la multitud de obstáculos que aún tendrá que sortear. De los once que se fugaron, nueve fueron a la U.

La importancia de los movimientos no es sólo por traslucir que en la bola de cristal de muchos legisladores aparece un tercer mandato de forma nítida. Así mismo es relevante de cara a los comicios de marzo del 2010, que renovarán las Cámaras. Álvaro Uribe espera lograr un resultado contundente que le permita contar con una bancada fuerte. Partir con un elevado número de senadores y congresistas, le da una sustancial ventaja. Además, le permite no sólo aprobar cualquier ley que ayude a sacar adelante el referendo, sino disponer de un amplio equipo que reme unido el día que lo sometan a las urnas, si es que la Corte Constitucional da su luz verde. Con el censo actual tendría que obtener siete millones y medio de sufragios, una cantidad excesiva incluso para un Presidente tan popular como el actual. Pero con 74 alfiles haciendo trabajar sus maquinarias, y la colaboración de unos 800 concejales y treinta diputados regionales que también abandonaron sus partidos para correr hacia la U, el proyecto caudillista, tan de moda en Latinoamérica, se antoja factible.