Investigación aplicada a los negocios
En el mundo de la academia, parece haberse ya entendido que existe una clara diferencia entre lo que representa la investigación pura y la investigación aplicada, ambas, valiosas por sí mismas.
En la primera, la intención se concentra en descubrir o generar posturas, concepciones, conceptos o modelos que incluso pueden llegar a servir como marco de referencia teóricos que sustenten el conocimiento. La segunda, por su parte, halla su principal bondad en el hecho de vincular la academia con la praxis a fin de producir ese conocimiento capaz de resolver problemas vigentes, pertinentes, relevantes y trascendentes, que bien pueden ser observados en el devenir cotidiano.
La empresa, por tales motivos, encuentra en la investigación aplicada una solución a los problemas que plantea o se le presentan a diario. No por nada, los gobiernos, las asociaciones gremiales, las congregaciones de industriales o las cámaras empresariales, han instrumentado diversos intentos que se concretizan en departamentos, consultorías, firmas o despachos, orientados hacia la observación de los fenómenos empresariales y la resolución de problemas de tal forma que se tome ventaja de las situaciones, o bien, si el escenario fuese adverso, se defina entonces el cómo enfrentar la situación con las condiciones cambiantes de nuestros tiempos.
¿Los observatorios Pymes, los centros de investigación insertos dentro de las empresas, las consultorías y las misiones de Naciones Unidas por parte de la OIT, las áreas especializadas de la Secretaría de Economía, los esfuerzos de ProMéxico o las ADN de diversas Universidades le son familiares al lector? En efecto, los anteriores son algunos de las tantas entidades que han encontrado la fórmula para resolver problemas reales basándose en investigaciones serias dando seriedad a las propuestas y garantizando la mejor utilización de los recursos para lograr obtener el mejor de los resultados.
No por nada, en Europa en los últimos 5 años, en las universidades ancestrales se han venido trabajando dentro de los nuevos programas de estudio posgrados que diferencian los orientados hacia la formación profesionalizante de aquellos que están orientados hacia la investigación práctica. En México, de manera paralela y sin aparente comunicación con el viejo continente, diversos institutos educativos han hecho lo suyo instrumentando modelos exitosos, como bien lo son los Doctorados por Investigación Aplicada por parte de la Anáhuac México Sur, por ejemplo, la incursión en desarrollo tecnológico como bien lo hace el ITESM, o los estudios de caso como bien lo esgrime la UP.
El punto es lograr que la investigación y la empresa vayan de la mano, generando riqueza, reactivando el desarrollo económico, encontrando nuevas oportunidades de negocio y por qué no, aprovechando los avances tecnológicos y de información que se están dando en nuestros días.
El doctor Carlos Miguel Barber Kuri es Vicerrector Académico de la Universidad Anáhuac México Sur.
Artículo dirigido por MBA Liliana Ruiz Fuentes.
- 23 de julio, 2015
- 4 de febrero, 2025
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