Eel efecto Goebbels
Es posible que para muchas personas la frase “Una mentira repetida cien veces se convierte en verdad”, le suene conocida, le diga algo, pero a lo mejor no la relacionan directamente con Joseph Goebbels, ministro de propaganda del régimen nacional socialista de Adolfo Hitler. Viene también la referencia al personaje y su vida, cuando a seis décadas del derrumbe de ese sistema nefasto, con otros tiempos, hombres y escenarios, los guiones y estrategias de comunicación política de este individuo parecen, por ciertas analogías, estarse aplicando a fin de consolidar nuevas formas de totalitarismo.
Y, justamente, vale colocar de relieve los denominados 11 principios de la comunicación política de Goebbels que compendian muy concretamente el cómo desarrollar dicho efecto fundamentado en estrategias de profundo impacto social. Veamos, pues, cada principio y reflexionemos en consecuencia:
1. Principio de simplificación del enemigo único: consiste en individualizar al adversario, convirtiéndolo en “enemigo” y en objetivo de guerra al cual hay que atacar sin piedad, desmoralizar, acorralar, amedrentar y desaparecer. Siempre habrá que colocar una etiqueta para identificar al “enemigo”.
2. Principio del método de contagio: se procura reunir varios o diversos “enemigos” en una categoría o individuo. Así se facilita el ataque y la destrucción del “enemigo”.
3. Principio del método de la transposición: cargar sobre el “enemigo” los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. Esto en términos goebbelianos es lo que sigue: “si no puedes inventar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4. Principio de la exageración y desfiguración: busca convertir cualquier anécdota por pequeña que sea, en amenaza grave. Y de esto tenemos muchos ejemplos en el decenio venezolano actual.
5. Principio de la vulgarización: he aquí una cita de Goebbels con la cual se sintetiza este principio: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen una gran facilidad para olvidar…”. Sin comentarios.
6. Principio de orquestación: una nueva referencia textual del artífice de la propaganda del nacional socialismo ayudará a entender unas cuantas cosas: “la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentándolas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De esta suerte de principio se deriva la famosa y archiconocida frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Es, posiblemente, uno de los objetivos del discurso monotemático y repetitivo.
7. Principio de renovación: en el marco de este principio, el régimen debe emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el “enemigo” responde, los públicos ya están interesados en otro tema. Las respuestas del “enemigo” nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones y ataques provenientes de un Estado-partido-líder.
8. Principio de la verosimilitud: consiste en construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias, lo que en venezolano se traduce en los llamados “trapos rojos”.
9. Principio de la silenciación: opera con éxito cuando el Estado-partido-líder controla a los medios de comunicación, pero puede igualmente funcionar aún existiendo medios independientes amenazados, dado que trata de acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos convincentes con lo que se trata de disimular las noticias que favorecen al “enemigo”.
10. Principio de la transfusión: en este particular la propaganda opera constantemente a partir de un sustrato preexistente, el cual puede encarnarse en figuras históricas, héroes, mitos, en combinación con una complejidad de odios, pasiones y prejuicios. Se manejan argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas que devienen en actos de violencia verbal y física en contra quienes los partidarios del régimen consideran como el “enemigo”, señalados por el líder como tal.
11. Principio de unanimidad: se busca convencer desde las estructuras mediáticas del sistema a mucha gente que piensa como “todo el mundo”, creando con ese “todo” una falsa impresión de unanimidad y de una comunión masa-líder.
El epílogo del tema de este domingo, se lo dejamos al filósofo Santayana: “Los que no recuerdan el pasado están condenados a volverlo a vivir…”
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