Una «amistad brutal»

El País, Montevideo

Aproveche ahora para ver en la TV el aviso de Mujica saludando a Lula y Bachelet en sus respectivas casas de gobierno. Son escenas que no se repetirán si Mujica llega a ser presidente pues el año próximo ni Lula ni Bachelet seguirán en sus cargos. Ni siquiera estarán en su lugar miembros de su misma familia política para darle la bienvenida. Sus sitios probablemente los ocupen José Serra en Brasil y Jorge Piñera en Chile. Ninguno de los dos es de izquierda como tampoco lo será, casi seguro, el sucesor de los Kirchner en 2012.

El que seguirá en el poder será Hugo Chávez, dilecto amigo de Mujica. Una amistad forjada desde que se conocieron y que Chávez resaltó cuando la asunción de Tabaré Vázquez en marzo de 2005. Ahí está la foto de los dos, abrazados en el salón Azul de la intendencia. Chávez, de camisa rojo estridente, alzando su mano derecha, mientras a su lado un Mujica despeinado mira a lo alto como agradeciéndole al cielo semejante compañía. Ese talante fraternal anima las imágenes del viaje que Chávez realizó meses después a un tambo de Florida con su anfitrión, el "ministro Pepe", como lo llamaba cariñosamente.

Si el Frente gana las elecciones, Chávez comandará el club de amigos internacionales de Mujica con su combo completo: Rodrigo Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y la siempre prestigiosa compañía de Daniel Ortega (Nicaragua), quienes revistan en esa formación chavista con aspiraciones de bloque político. Hace un año, Mujica estuvo en Caracas con algunos de ellos, una gira en la cual el mandamás venezolano lo invitó a sobrevolar en su avión la Franja del Orinoco.

Aclaremos que ése no es el avión refulgente del aviso de TV difundido en estos días con Mujica y Astori despachando en pleno vuelo al mejor estilo de Obama en el US 1. No, el avión de la propaganda frentista es un jet privado, el del viaje a Brasilia con el terno Armani y el Pato Celeste. De esa gira, Mujica volvió enfebrecido con Lula cuyas artes para negociar con la oposición elogia siempre aunque sin citar, claro está, la historia de los sobornos mensuales a congresistas ariscos (escándalo rotulado en Brasil como "el mensalao").

Hace poco, cuando el partido Comunista celebró su 89º aniversario en el club Aguada, el senador Lorier, mirando a Mujica, elogió a Cuba y Venezuela. Hizo un repaso de lo mucho que estos países auxiliaron al gobierno de Vázquez, con énfasis en las bondades de Chávez, y con un vaticinio que levantó una ovación: si Mujica gana las elecciones, Venezuela nos dará "mucho más", anunció Lorier. Un anuncio en sintonía con el pensamiento de Mujica quien proclamó que la Venezuela de Chávez "ha tenido una conducta de amistad brutal con el pueblo uruguayo". Interesa recordar la situación que originó esa frase meliflua. Fue hace dos años, cuando su hoy compañero de fórmula, Danilo Astori, excluyó al ministro venezolano de Economía de una reunión por lo que llamó "estilo confrontativo" del gobierno bolivariano. Mujica marcó entonces una de sus tantas diferencias con Astori.

En esta época de diplomacia presidencial directa, los Jefes de Estado hablan entre sí y deciden los temas por su cuenta y riesgo consultando a la cancillería, pero no al vicepresidente. Por eso, en el futuro, si Mujica llegara a la casa de gobierno, ya no necesitará marcar diferencias con nadie. Y aunque Lula y Bachelet no estarán para recibirlo, podrá contar con la "amistad brutal" del presidente Chávez a quien veremos seguido por aquí.

Dime con quien andas…