La estafa del siglo XXI
Lo que ha sucedido en Nicaragua, es un mal ejemplo de cómo la democracia se usa en forma de caja mágica para sacar trucos y maromas, pisoteando el derecho y la ley.
Los orteguistas (no se confundan con los sandinistas) trabajaron furtivamente en cimentar el camino para dar un "golpe de Estado'', procurándole una apariencia democrática.
Ortega y sus secuaces se fueron apoderando de las posiciones convenientes para allanar el camino. Lo hizo en noviembre de 2008 cuando el orteguismo prácticamente ganó las elecciones municipales en forma fraudulenta. Lo ha venido haciendo al colocar secuaces en puestos claves de los entes de poder.
La Corte Constitucional de Nicaragua dio la puntada final en la red de esa telaraña ladina que ha ido tejiendo Ortega con el fin de ser reelecto en 2011. Al comenzar esta semana, tres magistrados suyos a escondidas de sus pares liberales, emitieron un fallo que declara "inaplicable'' el artículo 147 de la Constitución que prohíbe la reelección continua. Lo que hicieron es calificado de ilegal. El "golpe de Estado'' está en proceso.
Ortega, ex guerrilero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ha dado los pasos indicados por intereses propios y extranjeros para aferrarse al puesto que consiguió en agosto del 2006. Recordemos que lo obtuvo con una minoría de electores y tras un oscuro pacto político con el desacreditado ex presidente liberal Arnoldo Alemán.
Cuando se apoderó del sillón, Ortega prometió trabajar por "la reconciliación nacional'', palabra que no ha cumplido. Por el contrario, se enfrenta al pueblo para ganar en río revuelto.
Lo que está ocurriendo en Nicaragua es lo mismo que pretendía el presidente Manuel Zelaya en Honduras.
Obviamente los países miembros del ALBA aplaudieron la decisión de la Corte nicaragüense, porque ese es el plan del socialismo del siglo XXI trazado por Hugo Chávez.
Para que no me acusen de favorecer a la derecha o atacar a la izquierda, quiero referirme a lo que ocurre en Colombia.
Por ese mismo camino, de utilizar la democracia para perpetuarse en el poder, va Alvaro Uribe, quien taciturno, pretende hacerse reelegir por segunda vez para un tercer mandato. El miedo al socialismo del siglo XXI (por ende a Chávez) está lanzando al país hacia la derecha extrema.
Qué pena me dan todos los que se llenan la boca diciendo que son "los electores primarios que eligen el destino de sus naciones'', cuando en realidad, quienes están disponiendo de su futuro son los que se apoderaron de la cajita mágica que guarda la Constitución de cada país.
Todo esta hecatombe que se le avecina a Latinoamérica responde a un pasado atroz, de pobreza y hambre, problemas que nunca fueron resueltos por los dirigentes y los ricos de la región, quienes ahora se quejan del viraje a la izquierda.
Ponen el grito en el cielo al surgir los falsos redentores que son engendros dictatoriales, fecundados por el resentimiento social.
o que no sabe la gente enojada por el abandono estatal y político y sin darse cuenta que la están engañando, es que esto no es democracia real, sino una adulteración de las constituciones y las leyes para adueñarse del poder, lo cual no es sano para mantener los derechos ciudadanos y el desarrollo de las naciones.
Lo lamentable es que cuando despierte el pueblo, será tarde porque, en el momento en que la "revolución bolivariana'' y el "salvador colombiano'' se consoliden, ya habrá perdido sus libertades y estará subyugado por dictadores amparados en estatutos espurios.
Ellos lideran la estafa "democrática'' del siglo XXI y lo están haciendo como quien no quiere la cosa, queriéndola mucho.
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