¿Quién ha puesto los muertos?

El Expreso de Guayquil

En tiempos en que se critica al capitalismo, haciéndolo causante de todas las tragedias de la humanidad, y en América Latina se pretende revivir el socialismo, conviene hacer una comparación, la más importante de todas entre los dos sistemas: ¿cuál de ellos ha puesto muertos?

Se estima que más de 100 millones de personas han fallecido por fusilamiento o hambruna en los países que implementaron el socialismo; en orden cronológico: Stalin en la Unión Soviética; Mao en China; Kim Il Sung en Corea del Norte; Fidel Castro en Cuba; Paul Pot en Cambodia; Kim Jong Il en Corea del Norte; una decena de tiranos socialistas africanos y al menos seis en los países de la anterior órbita soviética. Los aproximadamente treinta países que practicaron el socialismo no hicieron ninguna contribución al progreso humano, todo lo contrario, en esas naciones vivieron una especie de Oscurantismo, como el que hubo en Europa después de la caída de Roma, desde fines del siglo V. En 2008, los cubanos por primera vez fueron permitidos de comprar el teléfono celular.

¿Cuántas muertes ha causado el capitalismo? No hay régimen capitalista que haya sido causante de fusilamientos o hambruna.

Todo lo contrario, esa ideología ha extendido la vida de las personas, entre otros innumerables beneficios recibidos por el ser humano y vida animal. Todos los movimientos de protección a la zoología y el medio ambiente nacieron en naciones capitalistas, incluyendo el primer movimiento verde (Green Peace).

La hambruna no es posible en países capitalistas, uno de sus pilares es el progreso tecnológico traducido en eficiencia. La cuna de las libertades se encuentra en las sociedades capitalistas.

En Londres hay un parque donde cualquier ciudadano puede decir cualquier cosa a cualquier político y no va preso. Ese sitio, en el que originalmente tuvo lugar la primera feria mundial, 1851, conocido como Hyde Park es símbolo de las protestas pacíficas.

Su equivalente en Estados Unidos son los programas de TV de Letterman, Leno y OReilly; en ellos, los conductores critican con humor y clase al Presidente y personajes de la administración pública y sector privado.