Paraíso inédito

Siglo XXI

No falsear la realidad: condición sine qua non para alcanzar nuestros valores, mejorar nuestra calidad de vida y ser felices. Lamentablemente, es una lección que muchos desprecian: en Guatemala y en el resto del mundo. Al menos, eso muestra la mayoría de decisiones tomadas por los gobernantes en el siglo pasado y en el presente. Decisiones que han sido apoyadas por una gran cantidad de personas que luego se preguntan, ¿por qué estamos como estamos?

Nuestro país es un caso que aporta muchos ejemplos que comprueban la veracidad de mi afirmación contenida en el párrafo anterior. Basta abrir un diario al día y leer las ocurrencias de nuestros gobernantes actuales, o pasados si quiere recordar la historia, para asombrarnos de lo inconmensurable que puede ser la estupidez humana, con un calificativo casi infinito en algunos casos. Pero lo más increíble, a mi juicio, es que todavía muchos apoyen propuestas políticas absurdas, argumentos falaces e ideas probadas falsas, utópicas, irreales… y creyendo en las buenas intenciones de los lobos que se ofrecen para cuidar a las ovejas, les otorguen más poder, con la peregrina esperanza de que haciendo lo mismo, en esta oportunidad los resultados serán diferentes. ¡Dios, qué ingenuos! Al final, terminan siendo la alfombra por la cual desfilan los pocos que se benefician del aumento del poder discrecional de aquellos que lo ejercen.

Entre las más recientes gansadas ¿o gavilanadas? de Álvaro Colom, podemos mencionar como de antología, sus declaraciones según las cuales en Guatemala ya salimos de la crisis económica reciente que, sin discusión, afecta más a los países en los cuales abundan los pobres que no tienen ni siquiera para comer todos los días. Como es el caso de Guatemala. Y ya que para Colom en Guatemala las cosas están mejor, ¿por qué no proponer más impuestos directos? ¿Esos que llegan directo al corazón de la inversión, cual saeta criminal que mata su palpitar? Total, si en este pedazo de tierra, la mayoría desea morir pronto para llegar al Paraíso prometido… pero en otra vida de la cual nadie tiene evidencia de que exista.

Y hoy, que me hubiera encantado escribir sobre la relevancia de la Internet en el progreso humano, como parte de las celebraciones de sus 40 años (ya es una señora de las cuatro décadas), la principal herramienta que tenemos hoy para defendernos de los abusos del poder y velar por nuestros derechos, comenzando por la preciada y poco cuidada Libertad, tuve que cambiar mi elección primera para comentar sobre el tema del cual se ha escrito un montón de páginas que evidencian lo dañino que es en el largo plazo y para todo el conjunto de la sociedad, el aumento de impuestos. Más aún, los nefastos directos.

Y recuerden, políticos y ciudadanos, que: “No man can put a chain about the ankle of his fellow man without at last finding the other end fastened about his own neck”. Frederick Douglass.