A 20 años de la caída del “muro de la vergüenza”

Siglo XXI

La semana pasada tuve la oportunidad de pasear por las calles de Berlín. Sabía que el 9 de noviembre era la celebración de la caída del “muro de la vergüenza” pero no me imaginaba que el ambiente entre los berlineses y turistas sería de tanta alegría. Recuerdo que la caída del muro de Berlín la vi en vivo por televisión y fue uno de los eventos que más me han impresionado en mi vida.

No era para menos, el muro representaba lo peor que hay dentro del ser humano; la intolerancia en todo sentido; el irrespeto a la vida, a la propiedad y la libertad; la destrucción de las familias; el rechazo al derecho de cada quien a seguir su propia religión y el continuo acoso a las diferentes iglesias; la censura continua a todo nivel; el engaño y la mentira a favor de los gobernantes; la explotación por unos pocos dirigentes políticos hacia el resto de la población; el sometimiento del ser humano al control del Estado; la utopía de querer cambiar la forma natural de las personas por una ideal que uno pocos iluminados consideraban mejor para sus propios fines; la arrogancia de aquellos dirigentes estatales que se consideraban “superiores y omnipotentes” y que sometían a la más cruel esclavitud al resto de ciudadanos y el uso de la fuerza contra cualquiera que se rebelara contra la imposición del régimen dictatorial y comunista.

La libertad se sentía en todos lados, las expresiones de quienes caminábamos por la “Alexander Platz” donde fue la más grande manifestación contra el régimen de la RDA el 4 de noviembre de 1989, eran de reflexión por un  lado y alegría por el otro. Hay en esta plaza una impresionante exposición con la historia y fotografías de los hechos ocurridos ese año en los países comunistas incluyendo la caída del muro. Pero también se veían expresiones de júbilo en los grafitis pintados por afamados artistas sobre lo que aún se ha conservado del muro en la que se llama “Galería del lado Este” sobre la calle “Kolzmark”. De seguro algunas de estas obras de arte llegarán a valer mucho dinero. En el resto de la ciudad también se apreciaban magníficas obras de arte, rótulos y vallas anunciaban también la gran fiesta por la libertad. Y no podían faltar los conciertos y toda clase de eventos que harían que este aniversario fuera más especial.

El 5 de noviembre pasé por la Puerta de Brandenburgo. Estaba rodeada de mucha seguridad, pues ese día se llevaría a cabo un gran concierto en el que participarían el grupo U2 con su estrella Bono, Shakira y otras figuras que atraen a la juventud.  Se podrán imaginar el ambiente alrededor de esta imponente puerta cuando turistas y berlineses se aglomeraban a ver a sus cantantes favoritos practicar para más tarde.

Mientras caminaba vi grandes grupos de personas vestidas de blanco en una marcha por la libertad, mientras entonaban “Nabuco” de Verdi y el “Himno de la Alegría” de la famosa novena sinfonía de Beethoven, entre otras piezas musicales que exaltaban la libertad y la amistad.

Veinte años después de la caída del “muro de la vergüenza”, Berlín y el mundo entero están de fiesta. Recordaremos el 9 de noviembre de 1989 como el año en que terminó la Guerra Fría, el capitalismo venció al comunismo por su mayor eficiencia económica, pero principalmente por su superioridad moral basada en la libertad de las personas. La libertad recobró su lugar ganándole nuevamente a la esclavitud.