Libertad o populismo
El País, Montevideo
Los metros que separan del disco son ya muy cortos y la carrera electoral finaliza.
La conducta política de los pueblos libres que pueden expresar periódicamente su voluntad no tiene lógica. Sigue líneas de acción movidas por las causas más impensables. De allí que en medio de pronósticos, encuestas y opinólogos que se convierten en sosías de los pronunciamientos populare, a esta altura sólo quepa esperar el fallo que vale. Que expresarán las urnas.
Si la inteligencia y la razón existen, el rumbo es claro. Y, la opción de hierro.
De un lado hay un candidato que responde a la identidad nacional iniciada con la experiencia hispánica y la causa criolla movilizada por Artigas y sus continuadores y por las fuerzas políticas tradicionales que son la Patria. Del otro hay uno que desconoce la historia del país y que tan pronto enraíza con Castro, Chávez o Morales, como con Lula o Kirchner, o los bosquimanos, a la vez que proclama literalmente la conveniente sustitución de los uruguayos atorrantes que no sirven para el laboreo rural (a los que hay que cambiar por campesinos ecuatorianos o bolivianos o paraguayos).
De un lado habrán relaciones internacionales regidas por el interés nacional, del otro encadenamientos oprobiosos guiados por maridajes "ideológicos".
De un lado hay un candidato que cumplirá con el art. 7º de la Constitución que reza que todos los habitantes de la República tienen derecho al goce de su vida, honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad, sustento de la universalmente reconocida democracia oriental. Del otro hay un candidato que no respeta ningún derecho y que desconoce la Constitución, la Ley y desprecia al Poder Judicial.
De un lado hay un candidato con probada solvencia en la administración de los recursos públicos y la transformación del país (más forestación, reforma de puertos, concesión de obra pública a privados, desarrollo de hotelería turística competitiva, equilibrio en el manejo de las finanzas públicas, etc.) y del otro un candidato que ignora lo que es administrar el Estado, y que tras denostarlo promueve como asesores en economía al dócil candidato a vicepresidente y sus colaboradores circunstancialmente útiles. ¿Cuánto durará en funciones el "equipo" de los "ninguneados" en el congreso del Frente Amplio copado por el leninismo radical?
De un lado hay un candidato que aspira a reimplantar la seguridad pública perdida, del otro uno que no tiene políticas al respecto, ni vocación de ejercicio de la autoridad, continuador de un gobierno respecto del que ha dicho la ONU se registran violaciones de derechos humanos sin parangón en las cárceles y durante el cual los uruguayos somos campeones continentales en el crecimiento de la indigencia infantil según Cepal.
De un lado hay respeto por el emprendimiento privado, del otro impulso a la tiranía sindical.
Democracia o populismo es la opción final. Lo primero es seguro. Lo segundo un salto al vacío en el que las libertades ciudadanas advierten levantarse sobre ellas la ominosa sombra del liberticida Muro socialista.
Por estos días circula un mail con un discurso de Wilson Ferreira Aldunate realizado una semana antes del golpe de Estado de 1973. Cuando los comunistas y sus dirigentes sindicales se ofrecían como socios de la acción golpista que se percibía. Dijo Wilson: "¡Con los totalitarios nada! ¡Nada!" De eso debería definitivamente tratarse el "balotaje".
- 12 de enero, 2025
- 14 de septiembre, 2015
- 16 de junio, 2012
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
BBC Mundo La Corte Internacional de Justicia de la Haya concedió a Honduras...
8 de octubre, 2007Editorial – ABC El Gobierno socialista se equivoca al pretender ignorar la...
5 de marzo, 2010Por Colin P.A. Jones El Instituto independiente Las sociedades conyugales podrían diseñarse a...
2 de diciembre, 2023Por Marcos Carrillo El Universal No puede sino causar un inmenso estupor la...
11 de mayo, 2012