La espera ya es de todos

El Expreso de Guayaquil

Evito en lo que puedo asistir a las instituciones del sector público, salvo una que otra son ineficientes, con personal innecesario y muchas veces desagradables con el público, quien paga los sueldos de los burócratas a través de los impuestos.

El 1 de diciembre fui por primera vez al Ministerio del Litoral para renovar mi pasaporte. Me acerqué a información para conocer dónde se retiraba el tique numerado para esperar el turno y me indicaron preguntar a las personas que estaban sentadas, cuál era la última en llegar. Fue una forma primitiva de averiguar en la era de la electrónica. Había más de 100 personas esperando, por problemas de falla del sistema, como no había aire acondicionado, el área era un gigantesco baño sauna.

Después de treinta minutos, un empleado repartió tiques numerados cuyo uso no fue práctico por no funcionar el tablero electrónico. Noventa minutos más tarde, fue mi turno de acercarme a una de dos ventanillas donde se revisan los documentos solicitados. Entre los que había llevado no se encontraba la copia a colores del pasaporte vencido. Días antes había llamado para conocer la documentación requerida y no me mencionaron tal exigencia. Tuve que sacar la copia a la carrera. La segunda estación de espera fue la foto, pasé más de 30 minutos y en la que era la última parada, para retirar el pasaporte, me instruyeron regresar al día siguiente. Ingresé a las 11:30 y salí a las 14:00. El día que regresé para retirar el pasaporte, no había fila y fui atendido relativamente rápido, pero me llamó la atención que mientras quien me atendió dejó el puesto para buscar mi pasaporte, tres empleados de la misma sección conversaban descaradamente a pesar de que un familiar a mi lado esperaba ser atendido. Pasado cinco minutos, uno de ellos reaccionó y preguntó a mi familiar si necesitaba atención. Si lo sucedido se debe entre otras causas al problema de la energía, siendo el actual gobierno planificador y conociendo que se venían los problemas, ¿por qué no se preocupó de que los generadores de emergencia cubrieran con eficiencia las zonas de atención al público de las instituciones públicas?