El peso de tener la palabra ‘Madoff’ en la hoja de vida
Hace un año, los dos hijos de Bernard L. Madoff lo delataron por organizar la mayor pirámide financiera ilegal jamás vista. Actualmente, están tratando de seguir adelante con sus vidas. Pero eso resulta una pesadilla para cualquiera que ponga la palabra "Madoff" en su hoja de vida.
Desempleados desde que agentes federales arrestaron a su padre, Andrew y Mark Madoff han estado batallando con qué hacer con sus vidas, según personas que han hablado con ellos y otros miembros de la familia Madoff.
Mark Madoff, que trabajó en Bernard L. Madoff Investment Securities LLC por más de 20 años escalando posiciones hasta llegar al puesto de director de negociaciones con dinero propio (conocidas como proprietary), recientemente se reunió con al menos dos contactos de Wall Street para obtener sus opiniones sobre si podría conseguir otro empleo en finanzas, dijeron personas familiarizadas con las conversaciones. Habló de trabajar en una división de negociaciones o en tecnología financiera, y le pidió a una persona que pensara en él en caso de enterarse de algún trabajo disponible.
"Para cualquier firma que lidia con el público es intocable", dice alguien que habló con Madoff. Prácticamente tenía lágrimas en los ojos al describir sus sentimientos hacia su padre, dijo la persona, y preguntó por qué alguien traería a su hijo a trabajar en una firma de inversiones fraudulentas. Otra persona con la que Madoff, de 45 años, trató de hablar recibió instrucciones de su abogado de no responder.
Mientras, Andrew Madoff, quien era el director de negociaciones cuando la firma de valores de Nueva York colapsó, ha considerado fundar una firma dedicada a la recuperación de desastres, según alguien que ha hablado con algunos de sus familiares. Una lucha similar afecta a decenas de otros empleados de Madoff que con frecuencia deben lidiar con la notoriedad, vergüenza y rabia que genera una firma que parecía salir a delante con rentabilidad y discreción hasta que se destapó el colosal fraude. Incluso empleados sin ninguna conexión sospechada a la pirámide dicen que su antiguo empleo los está perjudicando de un modo que no parece tener fin.
"Nunca conseguiré un empleo en finanzas, y yo soy de las afortunadas", dice Eleanor Squillari, la asistente de Bernard Madoff por muchos años. Squillari, de 59 años, fue a una escuela de belleza a mediados de año y planea buscar empleo en una peluquería mientras vende sus joyas hechas a mano.
Squillari vive en un apartamento de dos habitaciones en el condado de Staten Island en Nueva York, cerca de la casa que tuvo que vender este año.
Elaine Solomon, ex asistente de Peter Madoff, hermano de Bernard Madoff que era el principal director de cumplimiento de normativas de la firma, dice que ha tratado de conseguir otros empleos, pero nadie la contrata. "Necesito a alguien a quien no le importe Madoff", dice.
Solomon está tratando de recuperar más de US$200.000 que invirtió en la pirámide a nombre de su madre. Pero se ha topado con que los empleados de Madoff que perdieron dinero en el fraude tienen que tomar pasos extras para cobrar, dice. Un portavoz para el delegado oficial que está manejando los reclamos de los inversionistas, Irving Picard, dijo que los pedidos de los empleados han sido evaluados usando criterios que incluyen el cargo de la persona en la firma y si conocían a Bernard Madoff y su familia.
Unos 30 de los aproximadamente 200 empleados de la firma fueron contratados por Surge Trading Inc., una compañía de Nueva York que compró los activos del negocio de corretaje de Madoff. La operación fue el eje de la compañía hasta principios de la década y era relativamente independiente de la unidad de gestión de activos fraudulenta.
Surge se ha mudado a parte de la sede de la firma de Madoff en un edificio de Manhattan, un piso arriba de donde los investigadores federales han estado llevando a cabo su investigación. Entre los retos de la firma, según una persona familiarizada con la compañía, está convencer a los clientes de que hagan negocios con gente previamente empleada por la firma de Madoff.
Los miembros de la familia Madoff y ex empleados todavía se ven acribillados con preguntas sobre quién sabía del fraude o quién debería haber sabido. Es un recordatorio constante de las muchas preguntas que quedan sin respuesta en la sentencia de 150 años de cárcel que recibió Madoff en junio.
Los dos hijos de Madoff no han sido acusado de acciones ilegales. Picard ha interpuesto una demanda para recuperar al menos US$198,7 millones que, según él, cuatro familiares de Madoff recibieron en compensaciones y transacciones falsificadas.
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