Hannuka

El Periódico, Guatemala

Elpueblo judío es eminentemente pacífico y la base de su sociedad es la familia. Pero tiene también un componente guerrero que sale a relucir cuando es agredido por sus enemigos que son y han sido muchos a lo largo de su historia.

Hannukah, (“dedicación”) cuenta un milagro ocurrido en el Templo Sagrado de Jerusalén a raíz de la victoria de los macabeos sobre los griegos que ocupaban la Tierra de Israel allá por el año 175 a.C. Pero no hay “dedicación” sin motivo, no hay celebración sin triunfo, ni culto en un lugar sagrado si ese lugar ha sido violado.

Y fue así como el líder griego Antioco IV de Siria, uno de los herederos del imperio de Alejandro El Grande, prohibió la práctica de las costumbres judías para obligar a los hebreos –buscando helenizarlos– a venerar a Zeus. Macabeo y un pequeño grupo de campesinos se rebelaron y vencieron a los griegos que contaban con un ejercito superior en guerreros y en armas.

Después de la victoria, Macabeo y sus hebreos visitaron el Templo Sagrado en Jerusalén y decidieron que debería ser “dedicado y celebrado” nuevamente. Fue así que volvieron a encender el Menorah (candelabro sagrado) usando para ello el poco aceite hallado en el templo, cantidad apenas suficiente para que las velas ardieran únicamente durante un solo día. Sin embargo, el Menorah siguió inexplicablemente iluminado sin interrupción durante los ocho días siguientes. Y es así que en conmemoración a este evento extraordinario considerado un milagro, y desde esa época, los judíos celebran Hannukah encendiendo una vela diaria durante las ocho noches consecutivas que dura esa importante celebración.

Dicha tradición se denomina también “La Fiesta de las Luminarias”, celebración actual pacífica y familiar, en que participan principalmente niños encargados cada día de encender una de las velas del candelabro. Este año, en base al calendario lunar-solar judío se inició Hannukah el 11 de diciembre y habrá concluido hoy, 16.

Esta fecha religiosa que se suma a las demás del año y que a lo largo de su milenaria historia celebra el mundo judío, ha puesto a Jerusalén en el centro de la religiosidad, el alma y la política de los hijos de Israel. ¿Acaso en los rezos de todo judío, esté donde esté en el mundo, no se proclama: “el año entrante en Jerusalén”? Es de preguntarse entonces, ¿en base a qué hechos y tradiciones históricas otro pueblo recién llegado a Palestina guiado por líderes que únicamente explotan su ignorancia y exacerban el terrorismo religioso pueda pretender algún derecho político sobre la ciudad fundada hace miles de años por el más judío de los judíos, el Rey David? Increíble pero cierto.