Guatemala: El empresario y ProReforma

Prensa Libre

¿Cuánto dinero se ha in-vertido en campañas apoyando determinado candidato con la esperanza de que solucione los grandes problemas del país? y ¿qué se ha logrado? La mayoría de partidos (PR, DC, MLN-PID, etc.) han desaparecido porque han fracasado.

Es muy natural que empresarios acostumbrados a manejar empresas, crean que la solución económica del país depende del candidato o partido que gobierna, como si fuera una empresa cuyo éxito depende de quién la dirige. Lamentablemente está muy generalizado ese error de preferir “gobiernos de hombres” (según el arbitrio del “jefe”) en vez de “gobiernos de Derecho” el cual, a diferencia de uno de simple legalidad, es uno cuya legislación está sujeta a reglas para hacer reglas, reglas que son generales, objetivas, justas, abstractas, no retroactivas, para proteger la igualdad ante la ley de los ciudadanos y con un gobierno fuerte capaz de evitar la impunidad de quienes violan las leyes.

El mercado es diferente. Es el único sistema que puede sacar al país de su pobreza; no es una organización jerárquica dirigida como una empresa, un ejército, una iglesia, un banco o un gobierno.

Es un orden espontáneo que resulta cuando son respetados los derechos individuales. No se puede inventar ni planificar como lo han demostrado los intentos socialistas a un inmenso costo social. Como han dicho mejores mentes, el mercado es producto de la acción humana pero no del diseño humano. Es como el lenguaje o el dinero: nadie los inventó. Cómo funciona no se puede aprender por experiencia como creen algunos empresarios exitosos: requiere estudio pues el arte de los negocios difiere de la ciencia económica aunque usan muchos vocablos en común. Por fortuna no es necesario comprenderlo para que funcione, prueba de lo cual es que ha existido desde tiempo inmemorial y la explicación de cómo funciona una economía es reciente. Por ej. todos usamos dinero sin saber teoría monetaria sin saber de la utilidad marginal del dinero ni teoría de precios.

Dirigir un orden “espontáneo” es lógicamente contradictorio. Espontáneo no quiere decir desordenado sino que no es ordenado discrecionalmente por funcionarios sino por reglas de conducta previamente establecidas, como en un deporte que en tanto se respeten las reglas pueden jugar libremente. En el deporte hay ganadores y perdedores pero en el mercado todos son ganadores, porque como las reglas prohíben coerción, violencia y fraude, los intercambios ocurren sólo cuando enriquecen a ambos dentro de las oportunidades que otros, también libremente ofrecen, aunque todos lamentemos que las opciones no sean las ideales.

Si queremos que todos los guatemaltecos prosperen en paz y que los políticos tengan éxito, es necesario reconocer que es cuestión de sistema y no de personajes, y que el único sistema social que ha sido enriquecedor en la historia del mundo es el ordenado por reglas para hacer reglas, que protejan los iguales derechos de todos y dejar por un lado, con humildad, las ideologías. Los países que no respetan los derechos individuales, siguen y seguirán pobres.

De eso trata, precisamente, el proyecto de ProReforma. El mejor momento es ya. ¿Qué estamos esperando?