Colombia: 15.817 Venezuela: 19.400

Correo del Caroní

El título de este artículo se refiere al número de homicidios perpetrados en ambos países durante el 2009. La cifra roja colombiana corresponde a la información oficial suministrada por la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, y la cifra roja venezolana corresponde a la última proyección del Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Nacional (Incosec).

Hasta la fecha, por cierto, se desconocen las cifras oficiales del Gobierno venezolano.

De la comparación de los respectivos guarismos se desprenden al menos dos conclusiones objetivas. La primera es que el número de muertes violentas en Venezuela supera en 22,65% el de su correlativo en Colombia. Un total de 3.583 asesinatos más en nuestro país, con respecto al país vecino.

La segunda es que teniendo Venezuela 28,6 millones de habitantes, y Colombia 48,9, es decir 20 millones de habitantes más, o una población que nos supera en 70%, la cifra venezolana de homicidios se hace considerablemente más gravosa en términos relativos.

En Bogotá, ciudad que se acerca a los 8 millones de habitantes, el número de homicidios registrados en el 2009 fue de 1.628, de acuerdo al Instituto de Medicina Legal. Y en la Caracas, cuya población se sitúa en 4 millones y medio de habitantes, la cifra respectiva para el 2009 se estima en 3.376, según la proyección del Incosec. En pocas palabras, más del doble de muertes violentas con 3 millones y medio de habitantes menos…

Por otra parte, la tendencia de muertes violentas en Colombia viene disminuyendo de forma significativa desde el 2002, cuando se contabilizaron 29 mil homicidios, hasta el 2009 con 15.817. Una reducción aproximada del 45%. Mientras que en Venezuela, en ese mismo año de 2002 se registraron 11.337 homicidios, lo que significa un incremento de más de 70% para el 2009. Además, si se compara el 2009 con la cifra de muertes violentas del año 1998, 4.500, el aumento superaría el 430%…

Ahora bien, cómo puede explicarse semejante fenómeno siendo Colombia una nación afectada por conflictos armados, endémica violencia política y narcoterrorismo, y siendo Venezuela, al menos en el discurso oficial, una nación que avanza por el camino de la justicia social… Al finalizar el 2009, por ejemplo, el presidente Chávez expresó públicamente su satisfacción por los logros alcanzados en la lucha contra la inseguridad…

¿Cuáles logros? Porque un salto gigantesco de 4.500 a 19.400 asesinatos anuales, desde el año 0 al año 11 de la llamada “revolución bolivariana”, lo que revela es una tragedia de dimensiones históricas. Y sin ir muy atrás, tan sólo entre el 2008 y el 2009, la estadística roja habría pasado de 14.584 homicidios a los 19.400 proyectados por el Incosec: un aumento de 33% en apenas 12 meses.

La sociedad venezolana bajo la hegemonía imperante se ha convertido en una de las más crucificadas por la violencia criminal, no ya de América Latina sino acaso del planeta. El sólo hecho de haber “superado” a Colombia en la categoría más sangrienta que se pueda establecer, es un hecho que habla por sí mismo del rumbo que lleva Venezuela.