Honduras: Descentralización como necesidad

El Heraldo, Tegucigalpa

Debo reconocer que mi conversión por la descentralización no fue inmediata. Creía que la centralización aseguraría economías de escala y mayor efectividad a los programas de gobierno. Desconfiaba también de las capacidades locales y de su voluntad política para realizar proyectos que requerían sus mismas comunidades, especialmente los marginados.

Esas ideas se vieron reforzadas cuando pobladores manifestaban que solicitaban del gobierno central mayor atención a sus necesidades porque tenían más probabilidades de lograr algún beneficio allí que de sus autoridades locales.

Cuando en ocasión del huracán Mitch, la comunidad internacional exigió que el gobierno impulsara la descentralización, poco se comprendió en el país el alcance de esa visión. De tal suerte, que de esa fecha para acá, poco hemos avanzado en profundizar ese proceso, que algunos han confundido con el de municipalización. Para hacer una distinción sencilla, la municipalización es el fortalecimiento de los municipios ante el gobierno central, mientras que la descentralización en adición a lo anterior, también significa el fortalecimiento de las comunidades ante la autoridad municipal y gobierno central. Porque si seguimos la lógica de los que aducen que el gobierno local está más cerca de las necesidades de su población también es cierto que los líderes comunitarios están aun más.

Creo en la descentralización porque no hay mejor forma de potenciar las capacidades locales y propiciar la mayor conciencia y participación ciudadana. Porque con ese empoderamiento los pobladores se vuelven autogestores y no dependientes del patronaje político, usualmente sectario entronizado en el gobierno central como local. Apoyo la descentralización porque es el mejor antídoto al neocaudillismo que se alimenta del autoritarismo centralizado disfrazado de socialismo y que consolida la dependencia de las comunidades en decisiones personalizadas no institucionalizadas, como si la gestión pública se tratase de dádivas o favores.