China y el Sudeste Asiático crean la tercera zona de libre comercio

 

Las exportaciones chinas aumentaron 17.7% en diciembre del año pasado y las importaciones crecieron 55.9%. Al mismo tiempo, sus exportaciones a la Unión Europea (UE) y Estados Unidos -sus dos principales mercados- cayeron en el último trimestre 8.8% y 15%, respectivamente. Pero mientras caían sus ventas al G-7, crecía en forma notable el comercio con los países del Sudeste Asiático, con un aumento de las exportaciones del 20% y un auge de 45% en las importaciones.

 

El resultado es que el intercambio con EE. UU. representa 13.6% del comercio exterior chino, en tanto sus transacciones con los diez países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) alcanzaron 13.5% en 2009. La acentuación del comercio intrasiático -una de las tendencias centrales de la acumulación mundial desatada por la crisis- se acelera a partir del 1° de enero de 2010, con la puesta en ejecución de una zona de libre comercio entre China y ASEAN, la tercera del mundo en valor y la primera en población.

 

El auge del comercio intrasiático es sinónimo de aumento de la demanda interna china. La República Popular es el eje de un gigantesco sistema transnacional de producción industrial, en el que su territorio es sede del ensamblaje de partes y componentes de los países industriales de la región, ante todo Japón, Corea del Sur, Taiwán y Singapur. A pesar de la caída de sus exportaciones (-17% en los primeros nueve meses de 2009), China superó a Alemania como principal exportador mundial en el último trimestre del año y su participación en el comercio internacional llegó a 10%. Entre 1998 y 2008, las exportaciones chinas crecieron 23% anual, el doble que el comercio internacional; si este nivel continúa en los próximos 10 años, China tendría 25% del total de las exportaciones mundiales y la región Asia-Pacífico, 50%.

 

La demanda interna china arrastra las exportaciones asiáticas. Las ventas de Corea del Sur a la República Popular aumentaron 94% en diciembre (año sobre año); las de Taiwán, 91.2%; y las de Malasia, 52.9%. Es probable que se esté subestimando el crecimiento de la economía china. El auge doméstico implica desarrollo del sector servicios, y éste prácticamente no se toma en cuenta en el cálculo de su PBI.

 

ASEAN tiene acuerdos de libre comercio (FTA) con Australia y Nueva Zelanda, que a su vez los tienen con China; también ASEAN firmó FTAs con Japón, India y Corea del Sur; y la República Popular ha extendido su red comercial al otro lado del Pacífico: Chile y Perú. El próximo paso estratégico de China/ASEAN es un acuerdo de libre comercio con EE. UU. Esta es también la prioridad del gobierno de Obama.

 

En relación a la acumulación mundial, el comercio intrasiático significa que los países de la región se incorporan como proveedores del crecimiento de la demanda china. Según muestra la experiencia de la acumulación capitalista en la fase de globalización, la próxima etapa intrasiática es profundizar la integración regional a través de la inversión directa china en la región. Esto implica el traslado de un número creciente de empresas trabajo-intensivas de la República Popular, cuyos costos laborales aumentan, sobre todo en las provincias del Sur.

 

El acuerdo con ASEAN expande la infraestructura regional. China ha creado un fondo de 10.000 millones de dólares para construir un corredor ferroviario y de autopistas de última generación que atravesará Vietnam y alcanzará Singapur. El corredor estará terminado en dos años.

 

China-ASEAN es uno de los grandes cambios de la economía mundial. La crisis actuó como locomotora de la historia. Si Mao Tsé Tung viviera, volvería a decir: "Grande es el desorden bajo los cielos; la situación es excelente".