Venezuela: Muchos juegos, una salida

2001

Los gobernantes en un sistema democrático están obligados a hacerlo bien, ya que los períodos de gobierno los llevan obligatoriamente a enfrentar unas elecciones donde el pueblo se expresa en votos para evaluar sus gestiones y en consecuencia decidir sí continúan o sí se sacan del poder. Nixon, por ejemplo, fue sacado de la Casa Blanca por unas grabaciones en lo que se llamó el caso Watergate. Carlos Andrés Pérez tuvo la misma suerte en Venezuela por un hecho de corrupción de uno de sus colaboradores. En este marco hagamos un paneo con lo que está ocurriendo en Venezuela.

La inseguridad está acabando con un número importante de venezolanos. Robos, asesinatos, secuestros, narcotráfico y violaciones, se producen a plena luz del día y en cualquier sitio, con el agravante que por hacerse común, se hacen impunes y en consecuencia se han creado los incentivos para que se extiendan a las instituciones públicas encargadas de su prevención, captura, procesamiento y castigo, creándose un sistema diabólico del mal que ha incidido terriblemente en la calidad de vida de los ciudadanos. Este sólo fracaso es suficiente para que un gobierno sea derrotado estrepitosamente.

El servicio público de salud se encuentra en una situación de abandono casi total e improvisación. Desde la atención de una emergencia en un caserío, hasta la Maternidad Concepción Palacios ubicada en pleno centro de Caracas, pasando por todas las emergencias pediátricas y de adultos de los hospitales ubicados en las capitales de estados la situación es realmente catastrófica. Falta de médicos, enfermeras y camilleros. Escasez de material médico quirúrgico y medicinas, quirófanos dañados, infraestructura física en ruinas y presupuestos mermados que se expresan en deudas laborales traducidas en conflictos. La conclusión es un pueblo condenado a morirse en caso de enfermarse. Este sólo fracaso y pretensión es suficiente para que un gobierno sea derrotado estrepitosamente.

La educación no se encuentra en una posición mejor que la salud, pero con el agravante que pende sobre este servicio la amenaza de ser utilizado como medio para profundizar los objetivos particulares del partido político PSUV, lo cual es inaceptable en democracia, es como si Copei hubiese pretendido utilizar la estructura educativa para hacer proselitismo socialcristiano o en el caso de AD enseñar la socialdemocracia. Este sólo fracaso es suficiente para que un gobierno sea derrotado estrepitosamente.

Abandonar las inversiones en mantenimiento y prevención para atender el impacto a futuro por crecimiento de la demanda, en dos servicios fundamentales para la vida, como son el agua y la electricidad, ha llevado al gobierno de Chávez a la actual crisis que castiga inclementemente a todo el pueblo venezolano. Estas inversiones siempre son a mediano y largo plazos para garantizar que nunca se produzca una crisis. La matemática de estas planificaciones se encuentra hartamente estudiada, de hecho, en el mundo son muy pocos los países que la sufren, porque sencillamente a ninguno de sus gobernantes se le ocurriría utilizar esos recursos en campañas electorales o en proselitismo internacional. El tema del mantenimiento se puede extender a las vías de comunicación, puentes y túneles de todo el país, los cuales se encuentran en una situación deplorable. Este sólo fracaso es suficiente para que un gobierno sea derrotado estrepitosamente.