Bolivia se hace aún Mas Evista
La Paz. – Evo Morales asume hoy como presidente de Bolivia para un segundo mandato que se alargará hasta 2015 sin posibilidad de reelección. Morales toma posesión en medio de un panorama desolador para la oposición, dividida, sin capacidad para articularse y que ve como el MAS, el partido del presidente, conquista sus feudos tradicionales: a las clases medias y amplios sectores de las regiones autonomistas.
Las claves del predominio que ha logrado Evo Morales sobre Bolivia residen en su propio liderazgo, la estructura que le respalda, el MAS, y un entorno en el que sobresale la figura de su vicepresidente, Álvaro García Linera. Junto a esto, una oposición no sólo dividida sino en desbandada.
El MAS, el único partido nacional
El Movimiento Al Socialismo (MAS) se ha convertido en el único partido con alcance nacional y la única fuerza política capaz de presentar candidatos en todos los distritos para las elecciones locales del próximo 4 de abril.
El oficialismo sigue avanzando gracias a su estrategia de conquistar el voto de centro y para esos comicios ha logrado cerrar sus listas con ex militantes de partidos tradicionales, pese a que ha roto con algunos aliados como el Movimiento Sin Miedo de Juan del Granado.
Los viejos partidos son meros cascarones. ADN que gobernó entre 1998 y 2003, Podemos del expresidente Jorge Quiroga, el MNR, principal partido de Bolivia desde 1952 a 2003 y Convergencia Nacional se han dividido en múltiples facciones y carecen de estructura nacional. La oposición está desunida y en desbandada: Manfed Reyes Villa, el principal candidato opositor en las elecciones del año pasado, ha huido a Estados Unidos.
El Mas ha conquistado a la clase media. 4 de los 9 candidatos a gobernadores pertenecen a ese sector: Jerjes Justiniano (ex diputado socialista de la agrupación Santa Cruz Somos Todos) en Santa Cruz; Jessica Jordan (ex Miss Bolivia de la agrupación Marcelo Quiroga Santa Cruz) en Beni; Carlos Cabrera (ex rector universitario, de la agrupación Dignidad) en Tarija; y Adolfo Flores (ex del MIR y antiguo alcalde de Cobija) en Pando.
Félix Patzi en La Paz; Esteban Urquizu en Chuquisaca; Santos Tito en Oruro; Edmundo Novillo en Cochabamba y Félix Gonzales en Potosí encarnan a los tradicionales sectores masista.
El MAS no sólo conquista el voto de clase media sino el autonomista. En un informe de la revista Pulso se muestra como "en Santa Cruz, en 2005 el MAS obtuvo un 33,17%, llegando hasta un 40,91% en 2009. Su crecimiento fue mucho mayor en los otros tres departamentos autonomistas, donde promedió o incluso superó los 20 puntos porcentuales".
Igualmente "en Beni el MAS logró un 16,49% en 2005, que se transformó en un considerable 37,66 % en 2009. En Tarija, registró un 31,55% en 2005 frente a un 51,09 % en 2009. Y en Pando, pasó de un 20,85% a un 44,51%".
El Vicepresidente, un primer ministro
En Bolivia el liderazgo corresponde sin duda a Evo Morales pero el cerebro del gobierno reside en el vicepresidente Álvaro García Linera y en el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, dos intelectuales que llevan el peso y los lineamientos ideológicos del ejecutivo.
El vicepresidente tendrá en el nuevo marco constitucional muchas más atribuciones por ser "cabeza del Poder Legislativo, de una Asamblea Plurinacional que no sólo tiene un mayor número de integrantes, sino que tiene mucha influencia, por su enorme capacidad para aprobar leyes y para orientar las políticas generales en el país".
Como aseguraba la revista boliviana Pulso, García Linera se convierte en una especie de primer ministro: "el Vicepresidente se convierte en una figura política muy influyente, más porque se trata de uno de los más destacados voceros políticos, quien, a lo largo de los últimos años, ha sido el que ha abordado los temas más conflictivos en el país".
García LInera, exguerrillero e ideólogo marxista, llevará el peso de la coordinación con la Asamblea para desarrollar las normas constitucionales que comnviertan a Bolivia en un estado plurinacional, acorde con los lineamientos del propio Morales.
El otro de los operadores políticos de Evo es Juan Ramón Quintana, a quien sus enemigos califican como "el Montesinos de Evo", en alusión a asesor de Alberto Fujimori. Ex alumno de la Escuela de las Américas de Panamá, estudió sociología, ha escrito varios libros, y llegó a asesorar a la Conferencia Episcopal. Ejerce un papel clave como ministro de la presidencia y articulador político.
¿Qué Evo Morales nos espera?
Entre 2006 y 2009 el mundo contempló a un Evo Morales radical enfrentado a la oposición en una batalla a vida o muerte, que en ocasiones bordeó la guerra civil. Desde 2009 su imagen cambió a la de un Evo Morales moderado que trataba de conseguir la reelección acercándose al centro y a las clases medias. ¿Cuál de esos dos Evos predominará ahora?.
Todo parece indicar que las actitudes autoritarias no desaparecerán del todo. La oposición va a tener un papel mínimo y pocos espacios para actuar. Para muestra dos botones. El Congreso boliviano está dominado por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), que cuenta con 115 de 166 escaños, en tanto que el opositor Plan Progreso Bolivia-Convergencia Nacional tiene 46 asientos, Unidad Nacional (UN) tres, y Alianza Social (AS) dos.
Ese rodillo ya ha empezado a funcionar. En el primer día efectivo de trabajo de la Asamblea Plurinacional, el Movimiento Al Socialismo estrenó su amplia mayoría parlamentaria para conformar dos comisiones con mayoría oficialista y escasa representación opositora.
"Hemos visto cómo el MAS ha tratado de hacer valer el peso que tiene en el Congreso", dijo el diputado Tomás Monasterio del PPB. Otro diputado, Herbert Salvatierra, añadió que "parece que fue un ensayo de todo lo que podría pasar en el año, esperemos que no sea así, caso contrario vemos que nosotros no deberíamos estar acá".
Además, Evo Morales sigue atacando con gran dureza a sus rivales y despreciando a sus opositores con un lenguaje hiriente. Antes de ayer arremetió contra su aliado desde hace más de cuatro años, el Movimiento Sin Miedo al que calificó como un partido "basurero" del masismo que utiliza prácticas políticas desleales para sobrevivir.
"Lo sospechoso, lo que no se puede creer de Juan del Granado es que sea basurero del MAS, porque en las elecciones internas viene un compañero del MAS y así, como el sucha (buitre) ya lo recogen rápidamente. Seguramente es su práctica del Juan del Granado, porque era del MNR, del MIR, entonces me quedo confundido con su actitud entrista y divisionista" aseguró Morales.
Pero junto a esas actitudes autoritarias e intransigentes, Evo Morales multiplica los gestos para abrirse a nuevos actores sociales: en este sentido destaca el apoyo a la ex defensora del Pueblo Ana María Romero como presidenta del Senado.
Política exterior, riesgo de conflicto
En política exterior las tensiones con Estados Unidos, siempre rentables en política interna, continuarán aunque finalmente Bolivia aspira a tener un mejor acceso al mercado estadounidense. La retórica seguirá siendo antiimperialista como acaba de verse en la posición de Bolivia en Haití.
Evo Morales pedirá una reunión "de emergencia" de Naciones Unidas para "repudiar y rechazar" la "intervención militar" estadounidense en Haití: "vamos a pedir mediante la Cancillería a las Naciones Unidas que haya una reunión de emergencia para repudiar, rechazar, esta ocupación militar de Estados Unidos hacia Haití".
Tampoco parece que mejorarán mucho las relaciones con Alan García con quien mantiene un cruce de declaraciones e insultos desde hace más de un año. Mejores se plantean las relaciones con Argentina y con Brasil, debido a que son sus principales clientes y compradores de gas. Morales ya ha anunciado un plan de inversión de 11.292 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros) en el próximo quinquenio para aumentar las reservas y las exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil.
De todas formas, la vinculación con Hugo Chávez es un referente a no pasar por alto y, en ese sentido, la relación con el nuevo gobierno de la derecha en Chile puede ser conflictiva. A la tradicional rivilidad con el vecino por la cuestión de la salida al mar se une ahora la diferencia ideológica: Sebastián Piñera no es sólo de centroderecha, sino antichavista.
Si bien el nuevo presidente chileno buscará acercarse a Bolivia y seguir las conversaciones bilaterales los choques serán inevitables. Piñera ya ha dicho que con respecto a Chávez sus diferencia "son profundas y tienen que ver con la forma en que se concibe y se practica la democracia, el modelo de desarrollo económico y muchas (cosas) más (…) yo tengo muchas diferencias con la forma en que se están manejando los temas públicos en Venezuela y quiero decirlo con mucha claridad".
Y Hugo Chávez ha respondido con un "lo menos que tenemos que pedir es respeto para lo que el pueblo venezolano soberanamente, igual que el pueblo de Chile, se ha dado. No nos metemos con los chilenos, que no se meta con nosotros el nuevo Gobierno de Chile". En esa pelea Evo Morales tiene claro de qué lado se inclinará.
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