La región y el libre comercio: Nueva oportunidad
Todo hace pensar que 2010 no será un buen año en Estados Unidos para abogar por más libre comercio con América Latina.
Primero, el desempleo sigue muy alto, alrededor del 10%. Además, el libre comercio es considerado por muchos como causante de pérdidas de trabajos, ya que permite que importaciones extranjeras baratas pongan a las compañías norteamericanas en aprietos. Segundo, el partido Demócrata, que controla actualmente la presidencia y ambas cámaras del Congreso, depende del apoyo de los sindicatos, y las organizaciones de trabajadores han dejado en claro que se oponen al libre comercio. Tercero, y quizás lo más importante, 2010 es un año de elecciones. Las encuestas predicen que los demócratas perderán un número significativo de escaños en la cámara de representantes y el senado. Algunos analistas políticos incluso creen que este partido podría perder su mayoría en una de las cámaras del Congreso y posiblemente, si las cosas andan muy mal, en ambas.
El rápido desarrollo económico de China también ha contribuido a los sentimientos anti libre mercado en EE.UU. Hay una percepción entre muchos estadounidenses de que China compite de manera injusta en la economía global, manteniendo su moneda devaluada para inundar el mercado de EE.UU. con exportaciones baratas, lo que ha llevado a que muchos trabajadores pierdan sus fuentes laborales. También, muchos empleados estadounidenses resienten competir con sus pares chinos, quienes no pueden formar sindicatos y no pueden influir sobre cuánto se le paga por trabajar en compañías del Estado.
Esto hará muy difícil, por no decir imposible, que el congreso de EE.UU. incluso considere aprobar este año los acuerdos de libre comercio pendientes con Colombia y Panamá. No obstante, la idea de que 2010 será un mal año para el libre comercio podría estar errada, siempre que se den oportunidades para avanzar hacia un acuerdo de libre comercio con Brasil.
Hasta ahora, Brasil no ha sido partidario de un acuerdo con EE.UU. De hecho, se opuso fuertemente a los esfuerzos del país norteamericano para crear el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, o ALCA, durante la presidencia de George W. Bush. Asimismo, en el último tiempo ha estado más interesado en aumentar sus relaciones comerciales con países como China, que recientemente desplazó a EE.UU. como mercado de exportación más importante de Brasil.
A pesar de todo esto, hay algunas muestras de que el gigante latinoamericano podría repensar su posición, principalmente debido a algunas preocupantes tendencias en su participación en el comercio internacional. Durante 2009, sus exportaciones cayeron 22,2%, mientras que sus exportaciones de manufacturas retrocedieron 27,3%. Las exportaciones a EE.UU., el mayor mercado para las manufacturas brasileñas, cayeron un alarmante 42%, la declinación más fuerte entre los principales mercados de Brasil.
La razón principal de la baja en las exportaciones a EE.UU. fue la recesión, aunque la revaluación de 34% del real, frente al dólar, también comparte la culpa. Así, Brasil perdió clientes estadounidenses frente a rivales asiáticos que ofrecen menores costos, como es el caso de China.
A pesar de esto, las exportaciones de Brasil a China crecieron alrededor de 23%. El problema, sin embargo, es que la potencia asiática compró principalmente materias primas, tales como mineral de hierro y soja, lo que hace que se exacerbe una tendencia creciente para que las exportaciones brasileñas se concentren en estos productos. En 2009, según la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, sólo 15% de las exportaciones corresponden a productos manufacturados, mientras que aproximadamente 70% eran materias primas, particularmente mineral de hierro, soja, azúcar y café.
Ante estos hechos, el secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral, señaló que en 2010 su país “invertiría fuertemente en el mercado americano”. También agregó que como parte de esta estrategia el gobierno consideraría negociar un acuerdo de comercio bilateral y de inversión con Washington.
EE.UU. obtendría grandes beneficios si respondiera positivamente a estos primeros avances. Porque a pesar de la baja del año pasado, en las exportaciones de Brasil a EE.UU., el país del norte sigue siendo su principal fuente de importaciones. De hecho, el excedente comercial de EE.UU. con Brasil aumentó, entre 2008 y 2009, de US$1.800 millones a US$4.400 millones. Cualquier avance hacia un mayor libre comercio entre Brasil, uno de los mercados emergentes más dinámicos del mundo, y EE.UU., la mayor economía industrial, sería una situación beneficiosa para ambos en estos tiempos de grandes desafíos.
Susan Kaufman Purcel es Directora del Centro de Política Hemisférica, Universidad de Miami.
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