Ignorantes con iniciativa

Prensa Libre

Dicen que no hay nada más peligroso que un ignorante con iniciativa. Y, efectivamente, si hacemos un inventario de leyes empobrecedoras veremos que son iniciativas de funcionarios o diputados que ignoran las últimas consecuencias de lo que se les ocurre. Además, los ignorantes con iniciativa son fácil presa de ideologías o de intereses particulares que los alientan a su conveniencia, o compran su voto, y así nacen los empobrecedores privilegios que abundan para beneficio de pocos y daño para los demás. Y lo peor, es que no están conscientes de su ignorancia. Nuestras leyes y el estado del país atestiguan la verdad de lo dicho.

Ejemplos: Guatemala brindaba a 5 mil huérfanos la oportunidad de ser adoptados por personas que les brindaban la oportunidad de una vida mejor. Dicen que ocurrían irregularidades, como se dicen muchas cosas. Pero en vez de evitar las irregularidades, que son las excepciones, el remedio fue privar a 5 mil niños y niñas de la oportunidad de su vida. ¡Se acabó el problema! Por supuesto que la UNESCO, con su prejuicio contra toda iniciativa que no sea estatista influyó insistentemente en lograr “ese triunfo” contra los niños.

Otro caso: Las únicas fuentes de empleos son las empresas privadas que con objeto de hacer rendir sus inversiones contratan trabajadores y que con sus tributos dan empleo a los burócratas. La producción y venta de lo que producen son las fuentes de ingresos fiscales: mientras más producen, mayor es el empleo, los salarios y los ingresos fiscales. Entonces surgen los ignorantes con iniciativa y ponen impuestos al rendimiento de las inversiones para desalentarlas y lo justifican con el dicho “en todas partes lo hacen” como si eso lo convirtiera en bueno. No se dan cuenta que desestimulando las inversiones disminuyen oportunidades de empleo y disminuyen ingresos fiscales.

Otra: los ignorantes con iniciativa creen que poniendo impuestos a quienes tienen altos ingresos son los ricos los que los pagan. Pero todos los gastos necesarios para que un producto llegue al consumidor (la electricidad, las planillas, las materias primas, y los impuestos, etc.) las tiene que pagar quien al final de cuentas disfruta de la cosa. ¿Si no, quién? El empresario que produce en masa para las masas resulta ser un intermediario entre los dueños de los recursos que utiliza y los consumidores y, por lo tanto, el 99% de los impuestos los paga el pobre consumidor.

Otro: A los ignorantes con iniciativa no se les ocurre que mejor sería depender solamente del IVA y abolir toda la burocracia del ISR que es costoso pagar, costoso de cobrar, fácil de evadir, invasivo de privacidad, se presta a terrorismo fiscal, etc. y el país gasta mucho en evadirlo. Simplemente quitando el ISR, aunque les cause horror a las “agencias de ayuda”, a corto plazo el aumento del IVA más que compensaría el ingreso fiscal “perdido”.

Temporalmente hay soluciones para esa compensación pues fiscalmente no está justificado; solo ideológicamente. Otra: A los ignorantes que ni siquiera tienen iniciativa, les parece magnífico copiar las burradas que hacen los países que como se hicieron ricos sin las medidas que ahora recomiendan se pueden dar esos lujos que cuando eran pobres no se podían dar, y que si siguen haciendo burradas irán de regreso a la pobreza.

La lista es muy larga y no cabe aquí.