México: el ocaso de la reforma
México D.F. – El proyecto de Felipe Calderón de impulsar reformas estructurales en México está prácticamente condenado al fracaso. En los casi tres años que le restan de presidencia es muy difícil que logre sacarlas adelante.
La alianza del PAN con el PRD para los comicios locales de este año imposibilitará que el PRI apoye esas reformas. 2011 es año preelectoral y en 2012 se celebrarán las elecciones presidenciales lo que impide que los partidos opositores apoyen cambios profundos e impopulares.
La última carta del proyecto reformista
El secretario de Gobierno, Fernando Gómez Mont, era quien hasta hace una semana lideraba el proyecto reformista de Felipe Calderón: "retomar el crecimiento de la economía sobre una senda de mayor equidad y justicia social, reformar nuestra institucionalidad política en beneficio de la ciudadanía y recuperar la plena seguridad de la sociedad, son imperativos e inaplazables. Pero tampoco rehuyamos al acuerdo, a la tolerancia, a la aceptación. El país no tiene tiempo, ni ganas de ser testigo de luchas mezquinas sólo por el poder o reconocimiento".
Su objetivo era pactar con el PRI que tiene la mayoría en ambas cámaras. A cambio, este partido pedía que el PAN no se aliara en los comicios locales de este año con el PRD para expulsar de varios gobiernos al priismo.
Este pacto ha sido confirmado por todos los que intervinieron en él. Gómez Mont ha confesado que negoció con el PRI la Ley de Ingresos y el Presupuesto 2010. Después le informó al presidente Calderón que no vio con buenos ojos la operación: "él fue informado "ex post", después de un periodo en el que salió de viaje, yo me operé. Cuando pudimos sentarnos a precisar la mecánica de los hechos, yo le enteré de lo que había hecho y él asumió y presentó la preocupación respecto a tales actos, y yo de ellos respondo frente a él".
El propio PRI ha ratificado ese pacto con el gobierno para impulsar las reformas, a cambio de que el PAN y el PRD no se coaligaran en las elecciones locales. El coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, confirmó que desde octubre entabló negociaciones y que "fueron paralelos" los acuerdos sobre la Ley de Ingresos y respecto de las alianzas electorales entre panistas y perredistas.
El pacto contranatura
Pero estas negociaciones quedaron rotas cuando se concretó la coalición electoral de panistas y perredistas en Oaxaca, lo cual ha desencadenado un terremoto electoral y en el propio gobierno. Una coalición contranatura ya que el PRD y el PAN han estado muy enfrentados (el candidato del PRD a la presidencia en 2006, Andrés Manuel López Obrador no reconoce al gobierno de Calderón como legítimo) y uno representa la izquierda -el PRD- y el otro a la derecha -el PAN.
Gómez Mont presentó la dimisión como miembro del PAN por ser contrario a esa alianza: "cuando una alianza sólo tiene una visión coyuntural y no una lógica de gobierno democrático es inaceptable, pero cuando una alianza tiene cómo propósitos un programa de gobierno serio y sólido, puede asumir rasgos democráticos aunque pierda las elecciones".
Como asegura Héctor Aguilar Camín en un artículo en Milenio chocaron dos proyectos: "el gobierno de Felipe Calderón conduce dos caballos que tiran para distintos lados. Uno lleva iniciativas al Congreso en busca de alianzas con el PRI, único partido con el que puede negociar en esa instancia. El otro promueve alianzas electorales con el PRD, la fuerza que no le habla en el Congreso, para sacar al PRI de distintos gobiernos estatales".
El líder nacional del Partido Acción Nacional, César Nava fue quien impulsó esta estrategia con el apoyo de Calderón y el rechazo de Gómez Mont. El Comité Ejecutivo Nacional del PAN deberá aprobar las alianzas electorales con los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo (PT) y Convergencia en Hidalgo y Puebla. Con esto, el PAN irá coaligado con el frente de izquierdas en cuatro estados: Durango, Oaxaca, y los citados Puebla e Hidalgo.
La muerte de la reforma
El presidente de la Comisión de Hacienda, el panista Alberto Becerra admitió que las alianzas electorales entre PAN y PRD en Durango y Oaxaca, han paralizado la reforma fiscal: "les está afectando, ahorita las cosas no están en el mejor de los termómetros políticos. Hay que tratar de impulsar e intentar que las aguas tomen su nivel nuevamente. Ahorita están estancadas".
En este contexto, la situación de Gómez Mont es muy delicada pues sigue en el gobierno pero alejado del PAN. Algunos analistas consideran que su permanencia en el gabinete o se prolongará. Ricardo Aleman asegura en el diario El Universal que "la suerte del titular de Gobernación parece echada. Y es que son muchos los indicios de que en la casa presidencial de Los Pinos no lo quieren o, por lo menos, lo empujan al despeñadero…a buena parte del gabinete y, sobre todo, a los potenciales presidenciables. En pocas palabras, que luego de su carta de renuncia al PAN, a Gómez Mont se le vino el mundo encima".
Pese a todo, Felipe Calderón ha reafirmado la confianza en su colaborador: "Gómez Mont es un hombre leal, es un secretario de Gobernación que cumple su encomienda, como se dice entre los abogados, a su leal saber, y a entender, es decir, con plena voluntad, que goza además de toda mi confianza".
Como asegura el analista del diario El Universal, "el gobierno de Calderón rompió con su aliado fundamental, el PRI. Y sin aliados, no suma voluntades para los cambios. En pocas palabras, el mandatario decidió "bajar la cortina" de su gestión, dio por terminado su gobierno y, en alianza con el PRD, se prepara para vencer al PRI en 2010, 2011 y, por supuesto, 2012".
La reforma política afectada
Asimismo, no sólo ha resultado herido Gómez Mont sino que queda muy tocada la reforma política que impulsa el propio Calderón, cuyo proyecto choca con el que esta semana ha presentado la bancada del PRI en la Cámara de Diputados que contempla la revocación de mandato para el presidente de la República, secretarios de Estado, legisladores, gobernadores y presidentes municipales.
La iniciativa contempla también revocar el mandato a los asambleístas y jefes delegacionales del Distrito Federal, así como a los síndicos, regidores y diputados locales. Por su lado, Felipe Calderón ha pedido a los diputados federales del PAN que sean portavoces eficaces de su iniciativa de reforma política y que expliquen a los ciudadanos las ventajas que tiene su reforma.
La reforma política de Calderón se apoya en diez puntos: la reelección consecutiva de alcaldes y legisladores federales; reducción del número de integrantes del Congreso, aumento del número de votos para conservar el registro de los partidos del 2% al 4%, incorporación de la iniciativa popular y de la figura de las candidaturas independientes; segunda vuelta en la elección presidencial, iniciativa de ley a la Suprema Corte de Justicia e iniciativas preferentes del Ejecutivo frente al Congreso. Por último, establece la facultad del presidente para presentar observaciones al presupuesto.
Ante el rechazo de PRD y PRI, Calderón ha atacado a se oponen a su reforma política "porque quieren un sistema cerrado que privilegie las maquinarias partidistas bajo su control y dejar de lado al ciudadano".
Años de elecciones
2011 y 2012 se presentan como años poco propicios para alcanzar grandes pactos de Estado. El año que viene será fundamentalmente preelectoral con los partidos enzarzados en buscar a sus mejores candidatos para las presidenciales de 2012. El PRI tiene a Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, como favorito pero también tienen serias posibilidades la presidenta del partido Beatriz Paredes y el hombre fuerte del Senado, Malio Fabio Beltrones.
En el PAN y en el PRD deben decidir cuál será su candidato. El presidente Calderón buscará que un hombre cercano sea el presidenciable panista y en el PRD la figura de Andrés Manuel López Obrador volverá a emerger, aunque ahora tendrá en el alcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrad un duro rival en su propio partido.
En tales circunstancias llevar adelante reformas profundas e impopulares se antoja muy difícil. Como afirma Ricardo Alemán, "al impulsar las alianzas de azules y amarillos, el presidente Calderón no sólo rompe con su aliado histórico, el PRI, sino que anuncia el fin de su gobierno. ¿Por qué? Porque como ya se dijo, sin su aliado natural que es el PRI, el gobierno de Calderón y su partido, el PAN, están condenados a no avanzar en una reforma más, un acuerdo importante más, un proyecto. ¿Y entonces qué viene? En efecto, viene la guerra".
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