Beneficio social de la desigualdad
La Hora, Guatemala
Todos los seres humanos tienen una cualidad común, por la cual pertenecen a un mismo género, que es la humanidad. También todos los triángulos tienen una cualidad común, por la cual pertenecen a un mismo género, que es la triangularidad. El género excluye la desigualdad. El género de los seres humanos excluye, por ejemplo, la desigualdad de peso o de inteligencia que hay entre cada uno de los seres humanos. El género de los triángulos excluye, por ejemplo, la desigualdad de área o de longitud de los lados, que hay entre cada uno de los triángulos. Genéricamente, entonces, todos los seres humanos son iguales, y todos los triángulos son iguales.
El género, precisamente porque es género, excluye la desigualdad; pero los individuos que pertenecen al género, precisamente por ser individuos, la incluyen. Si los individuos fueran iguales, no serían individuos. Serían un género. Tiene sentido, entonces, predicar la igualdad genérica de los seres humanos (o de los triángulos); pero no tiene sentido predicar la igualdad individual de los seres humanos (o de los triángulos). Y porque la sociedad está compuesta por individuos, entonces necesariamente está compuesta por seres desiguales. Y la igualdad jurídica consiste, no en una imposible igualdad de individuos, sino en una posible igualdad de la ley con respecto a la desigualdad de los individuos.
Ninguna sociedad se constituye para que sus socios sean iguales. Supongamos que un carpintero no tiene herramientas; pero alguien que no es carpintero tiene las herramientas. Supongamos también que ambos constituyen una sociedad para producir sillas. La finalidad de esta sociedad no es la igualdad entre los socios. La finalidad es obtener un beneficio superior al que individualmente obtendría cada uno de ellos si no fueran socios.
El progreso de la sociedad humana se alimenta de la desigualdad como de su savia más nutritiva. Por ejemplo, la desigualdad intelectual es causa de progreso científico y tecnológico. La desigualdad creativa es causa de impresionantes obras artísticas. La desigualdad física es causa de fantásticas proezas deportivas. La desigualdad económica es causa del aumento de la riqueza material de todos los seres humanos. La desigualdad de aptitudes es causa de que los recursos humanos hayan logrado asombrosos grados de especialización, que han multiplicado los beneficios de la división social del trabajo.
Precisamente porque los seres humanos son desiguales, cada uno de ellos puede servir mejor a su prójimo, porque en el intento por desarrollar su propia individualidad, y tener la posibilidad de ser ilimitadamente desigual, transforma su diferenciada individualidad en un valioso patrimonio de la sociedad. Y por eso la sociedad debe permitir la máxima desigualdad, y abstenerse de reprimirla y de intentar que los individuos sean, no individuos que enriquecen la diversidad del mundo, sino un género que aniquila esa diversidad.
El Universo huye de la igualdad como de su peor enemigo, y exhibe con orgullo su gloriosa tendencia a la más diversificada y maravillosa desigualdad. Surge entonces el brillo de la estrella y la fragancia de la flor, o la filosofía de Platón y la poesía de Darío, aunque surja también el ave que trina y la bestia que rebuzna.
Post scriptum. Henry Ford, en “Mi vida y mi obra”, afirma: Indiscutiblemente, ya que los seres humanos no son iguales, las concepciones de la democracia que pretenden lograr la igualdad sólo sirven para entorpecer el progreso.
- 23 de julio, 2015
- 30 de octubre, 2012
- 31 de octubre, 2013
- 15 de abril, 2019
Artículo de blog relacionados
Por Martín Burbridge El Cronista Comercial Buenos Aires. -¿Alguien se imagina qué pasaría...
20 de agosto, 2013La candidatura a la presidencia de Stephen Colbert estuvo pensada como una broma,...
16 de marzo, 2012Por Fabiola Sanchez El Nuevo Herald CARACAS, Venezuela – Kelly Vega llegó a...
7 de julio, 2016- 28 de junio, 2010