El juego de la mentira
La Vanguardia, Barcelona
"El mentiroso siempre es pródigo en juramentos", dijo el creador de la gran tragedia francesa, Pierre Corneille, amigo del cardenal Richelieu hasta que publicó su famoso Horacio, cuya máxima, escrita en el 1640, es de una actualidad impresionante: los políticos, decía Corneille, no pueden estar por encima de las leyes.
Leer los clásicos es lo que tiene, que se vuelven muy modernos. Sobre mentiras va el artículo, y no tanto porque nos mientan con facilidad, sino porque nos hemos acostumbrado tanto, que ni tan sólo nos sorprende. O peor aún, se han acostumbrado tanto ellos, que ni tan sólo disimulan. Es lo que consigue el politically correct,que ha creado un gran artefacto donde la mentira viaja a lomos de la corrección, y no necesita ni camuflaje.
Veamos el día de ayer, por no ir más lejos. Parece evidente que nos mintió María Teresa Fernández de la Vega, cuando dijo que el Gobierno no había pagado ningún rescate por la liberación de Alicia Gámez. ¿Nos toma el pelo? ¿Nos desprecia tanto que nos considera realmente tontos? O sea que los delincuentes barbudos con ínfulas de salvación yihadista, y con larga biografía sanguinaria, la soltaron porque ellos son así, gente desprendida…
La próxima liberación, hasta nos darán dinero a nosotros, por las molestias. Nos mintió o alguien le mintió para que nos mintiera, el presidente de la Generalitat cuando aseguró que no había oído ni una sola queja del territorio a raíz del gran caos que aún se arrastra. ¿Se ha quedado inesperadamente sordo el president? O sea que hay miles de personas aún sin luz, más miles de ellas han tenido algún tipo de afectación económica, en algunos casos de miles de euros, aún hay gentes aisladas, y ahora se conoce una intoxicación masiva por culpa de los generadores. Y el president no ha oído ni una queja. ¿Han convertido el Pati dels Tarongers en un búnker aislado y no nos hemos enterado?
Por mentir, ha mentido en bloque la delegación del Gobierno, rama ERC, que estos días paseaba el body por Nueva York, gracias al dinero público y con la excusa de participar en la "Comisión para la Condición Jurídica y Social de la Mujer", cuya utilidad es indescriptible. ¿En qué han mentido? En vendernos austeridad y sensibilidad social mientras gastan una barbaridad de pasta para que un montón de señoras de la Conselleria d´Acció Social, más unos altos cargos de otra conselleria de ERC, la de Governació, se monten unas vacaciones pagadas, con la excusa de los derechos de la mujer. Y eso, en un departamento que mantiene en situación de vergonzoso incumplimiento -pregunten a los afectados- la ley de la Dependencia.
Tirar el dinero público siempre es doloroso. Pero tirarlo en un área tan sensible como es la social, y en tiempos tan duros, es indignante. Al final, lo peor no es que nos mientan. Lo peor es que ellos se creen… que los creemos.
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