Hay que ocupar un territorio
SALAMANCA. Cuando se crearon los misiles de largo alcance capaces de llevar cargas nucleares, al mismo tiempo que era posible bombardear un objetivo con aviones no tripulados, la gente de a pie pensó que las guerras convencionales habían terminado. Ya no iba a ser necesario ir al campo de batalla y luchar cuerpo como se hizo tradicionalmente. Las guerras se librarían desde una mesa llena de comandos con los cuales dirigir los misiles y los aviones sin aviador. Hasta que vino el desencanto: no, señores, la infantería seguirá siendo indispensable porque después de lanzar las bombas que a uno se le ocurra, tendrá que ir al terreno en cuestión y ocuparlo militarmente. Mientras no haya ocupación, no hay victoria.
Hace unos días, leí un artículo –los hay por miles– sobre el futuro del periodismo tal cual lo entendemos hoy día y la gran amenaza que se cierne sobre él debido al uso de internet, de los periódicos digitales y una serie de autopistas que se han abierto para que los internautas puedan viajar por ellas con gran comodidad.
Uno de los articulistas llegó a tal punto que vaticinaba la fecha exacta de la desaparición de la prensa escrita: el 1 de mayo de 2040, cuando el último periódico impreso pierda su último lector. Así las cosas, con tantos datos y tanta precisión, Nostradamus queda del tamaño de una lenteja.
Meses atrás, la Universidad de Sevilla (España) le concedió el título de Doctor Honoris Causa a Umberto Eco, que se presentó a recibir la distinción. El semiólogo y novelista pronunció un discurso de aceptación del título, los agradecimientos de rigor, además de referirse a ciertos temas de mucha actualidad. Entre ellos, el de internet. Sin rechazarlo de manera categórica, alertó a la comunidad intelectual y a los científicos sobre los peligros a los que se está expuesto debido a la “red de redes”. El principal de ellos es el anonimato de las personas que escriben, la libertad de que cualquiera pueda poner allí lo que mejor se le ocurra y la imposibilidad de constatar la veracidad de lo afirmado. Al otro lado de la pantalla, el oscuro vacío del mundo cibernético.
Cuando ocurrió el terremoto de Chile, dos meses atrás, inmediadatamente aparecieron en “YouTube” imágenes del desastre y muchos internatuas se atribuyeron la primicia, llevándoles la delantera a los grandes periódicos. Las imágenes que se vieron por “YouTube” eran falsas, levantadas de cualquier otra catástrofe, y los datos que se ofrecían eran inexactos. Solo cuando llegaron allí los periodistas y transmitieron lo que estaban viendo, lo terrorífico del terremoto cobró cuerpo para el resto del mundo. No es lo mismo decir “lo dijo el New York Times” que “lo vi en el blog de Susanita Miriñaque”.
En periodismo es imposible hablar de aquello que no se ha comprobado debidamente; mucho mejor si se lo ha visto. No es como en literatura, el caso del argentino Antonio Di Benedetto, que escribió “Zama”, una novela magistral ambientada en el Asunción de fines del siglo XVIII sin haber estado nunca en Asunción.
En periodismo es como en la guerra. No es suficiente disparar juicios, opiniones, críticas, alabanzas, invectivas, elogios, apologías, sarcasmos, ofensas, diatribas, ditirambos… Después de haber hecho todos estos disparos, será necesario “ocupar el terreno”, es decir, que el periodista verifique los hechos y con base en la información recogida, elaborar su historia.
Los pájaros de mal agüero que entonan sus cantos fúnebres sobre la desaparición de la prensa escrita tendrán que regular el aire de sus pulmones porque la cosa va para largo, para muy largo todavía. Y aun en el caso de que el periodismo escrito sobre papel desaparezca, no será otra cosa que un cambio de soporte. No habrá diferencia entre el periodismo que hacemos hoy y el que vendrá: siempre será necesario ocupar el terreno y ser honesto con nuestros lectores.
- 10 de junio, 2015
- 23 de junio, 2013
- 25 de noviembre, 2013
- 25 de marzo, 2015
Artículo de blog relacionados
Desde mi Trinchera (Puede verse también la Parte I, II, III IV, V, VI y VII de este...
24 de junio, 2010Por Francisco Franco Suarez Desde Mi Trinchera El pasado 4 de mayo Santa...
14 de mayo, 2008- 11 de junio, 2015
Por Donato Ndongo-Bidyogo El País, Madrid Robert Mugabe, el octogenario presidente y principal...
3 de julio, 2008