En el cine, errar es de humanos, especialmente si es supervisor de guión

The Wall Street Journal

ST. LOUIS, Missouri— En la película Piratas del Caribe: la maldición de la perla negra, las uñas de Johnny Depp están sucias cuando se emborracha hasta caer inconsciente. Pero cuando se despierta y se lleva las manos a la cara, las uñas están limpias.

Rikki Rosen descubrió ese error y lo reportó al sitio Web británico Movie Mistakes, dedicado a hacer una lista de las meteduras de pata en las películas. Cuando Depp inspecciona su tripulación de piratas, el sol brilla desde distintas direcciones entre diferentes cortes. Rosen también descubrió eso.

En total, esta aficionada descubrió 293 errores en esta entrega de la saga de piratas. También reportó al sitio 3.695 fallas en otras 181 películas. Rosen, una pelirroja de 48 años, vive en los suburbios de St. Louis, en el estado de Missouri, con sus gatos, un viejo televisor Sony, una consola Xbox, muchas tazas de té, una computadora y pilas de películas en DVD. Hoy por hoy, es la contribuyente número 2 del sitio Movie Mistakes, detrás de alguien bajo el apodo de Hamster, con 4.413 reportes.

"Claro que las películas pueden contener errores", dijo, encaramada en su sofá una mañana reciente. "La gente no es perfecta. Pero a veces es uno tras otro tras otro. Denota una falta de atención. Estos errores no deberían ser tan obvios en la pantalla", critica Rosen.

En todas las locaciones de películas hay "supervisores de guión", o scripts. Su trabajo consiste en evitar los errores de continuidad que le restan credibilidad a la película. Sin embargo, Internet ha engendrado un grupo de voluntarios obsesivos, aquellos que supervisan a los supervisores.

Jon Sandys, de 31 años y el fundador de Movie Mistakes, subió a la red algunas gemas del cine en 1996 y les pidió a los demás internautas que enviaran más. Ahora, su página muestra 85.000 errores, entre ellos el Cessna en Terminator 3 que en tierra aparece con la placa N3035C y en el aire con N3973F.

"Creen que ven cosas que nadie más ve; los hace sentirse inteligentes", lamenta Sharon Watt, una supervisora de guiones de 32 años en Nueva York. "Puedo explicar cada uno de mis errores".

Como por ejemplo: en Preciosa, una de las películas nominadas al Oscar este año, Gabourey Sidibe roba unos trozos de pollo frito y sale corriendo de un restaurante, dejando atrás su cuaderno. En la escena siguiente, aparece con el cuaderno en la mano.

En el guión, alguien le da uno nuevo. El momento fue filmado con la intención de mantener la continuidad, dice Watt. Pero la producción se volvió conflictiva, Watt renunció y tres supervisores la sucedieron. En la edición final, el momento en que Sidibe recibe el nuevo cuaderno ya no sale.

"A la persona a la que no quieres sustituir durante la filmación de una película, es al supervisor de guión", dice Watt. "Un filme es como un rompecabezas, y usted es la única persona que tiene la tapa de la caja" con la foto completa.

Los supervisores de guión elaboran voluminosos diarios con accesorios, lugares de grabación y vestuario. Las escenas no se graban en orden. Es posible que un moretón tenga que verse viejo en la mañana y fresco por la tarde. La idea es entregarle al editor un material con el que pueda hilar coherentemente. Sin embargo, cuando al actor le falta un botón en la camisa en su mejor toma, el editor suele olvidarse del botón y darle prioridad a la actuación.

"Algunas personas deben hacer mejor su trabajo", opina Rosen. "Uno de mis hijos me dijo: 'Mamá, tú deberías ser una de esas personas. Tienes ese ojo'".

Para probarlo, puso el clásico de Billy Wilder Una Eva y dos Adanes, que según otra página que contabiliza errores, cuenta con 51 fallas.

Al instante, descubrió la ventana rota (y después intacta) de la carroza fúnebre. Tampoco le pasaron desapercibidas la reorganización de las sillas de playa y la desaparición del tirante del sostén de Marilyn Monroe.

Pero cuando las chicas del grupo corren por la playa a darse un baño, Rosen pasó por alto el paisaje de fondo con montañas, que revela que la película fue filmada en California, en vez de Florida. "No estaba mirando", reconoció Rosen, entre risas. "Me dejé llevar por la historia". Después de todo, nadie es perfecto.