Guatemala: Capitalismo y socialismo

El Periódico, Guatemala

La única vía para mantener el socialismo es la autoritaria: ejerciendo el poder sin límite alguno. La única vía para mantener el capitalismo es la pacífica: el límite del poder es el respeto a los derechos individuales. Los resultados del capitalismo son positivos para todos los miembros de la sociedad, pero se debe adoptar por sus principios éticos y no por los resultados que de ello derivan.

El socialismo se impone anulando los derechos individuales. El socialismo consiste en que todos los medios de producción se encuentren a disposición exclusiva de la comunidad organizada. Para que cambie a manos de la comunidad organizada es necesario expropiar la propiedad privada y restringir la libertad de acción: libertad de expresión, libertad de asociación, libertad de entrada y salida del territorio, y hasta llegar a justificar la violación de la sagrada vida y seguridad de la persona humana, utilizando como pretexto las clases sociales. Utiliza la fuerza para despojar derechos y no para que se respeten.

La vía para el capitalismo es a través de una constitución basada en principios: la defensa de los derechos individuales. Se organiza el Gobierno para vigilar y proteger esos derechos. La paz es la base. Un Gobierno que nos resguarde a todos los ciudadanos de la agresión física.

Los principios éticos del capitalismo se sostienen en la naturaleza racional del hombre que busca mejorar continuamente su bienestar. La búsqueda de la felicidad de cada individuo tiene como límite la libertad y propiedad de otras personas. Son derechos sagrados y no deben estar sometidos a que alguien atente contra ellos.

Una conquista capitalista en Guatemala es la Ley de Telecomunicaciones, donde el usufructo de los anchos de banda pertenecen a las personas más eficientes y hay producción en masa de tecnología. Competencia y cooperación. Una conquista socialista es el IGSS, donde el Gobierno tiene a disposición exclusiva los ahorros de todos los trabajadores y usted ya sabe el resultado. Monopolio del Gobierno, corrupción y abuso a los derechos individuales: anulan la libertad de asociación.

No forman parte del capitalismo los privilegios mercantilistas, ni las restricciones al comercio.