AA con Europa: echémonos la mano…, en la bolsa
Solamente un ingrato sospecharía que detrás de esas nobles palabras se pudieran ocultar mezquinos intereses económicos. Un malpensado. Pero en estos casos ser malpensado suele ser sinónimo de pensar bien.
Como no podía ser de otra manera, el Acuerdo de Asociación (AA) entre la Unión Europea y Centroamérica está levantando polvo. Era previsible, dado el tipo de temas que se tratan, así como por el perfil de quienes lo están negociando: son los productores. No los consumidores.
Hablando de polvo, si le preguntan a un productor de leche en polvo si se alegra por la competencia europea, despotricará porque los productores europeos reciben subsidios (pagados por el contribuyente europeo, no por el centroamericano…), porque hay asimetrías (léase, los europeos son demasiado eficientes…), y porque deberá hacer una re-ingeniería de sus procesos productivos. O cambiar de actividad.
Esas cosas, exhibidas como dramáticamente negativas por el productor afectado, son en definitiva positivas para el consumidor. Y consumidores somos todos.
Aún más positivas son para los consumidores pobres, que en El Salvador son mayoría, y que destinan una gran proporción de sus ingresos a la alimentación. Hablando del tema, ¿qué opinará la Defensoría del Consumidor? Silencio atronador.
Nos dicen que con la llegada de productos europeos "sensibles", son esos mismos consumidores pobres los que perderían el empleo. Pero, ¿quién dijo que todos los productores van a quebrar?, ¿simultáneamente?, ¿cuántos serían los trabajadores afectados?, ¿por qué no apoyar con un subsidio puntual, explícito y temporal a esos trabajadores?, ¿por qué los productores no muestran números? (auditados, obviamente). Quizás porque no les convenga, sospecharía el malpensado.
Por supuesto que es más fácil pedirle al Estado la suspensión de las negociaciones "porque contra Europa no podemos", que exigirle la eliminación de la violencia, la disponibilidad de infraestructura y la existencia de seguridad jurídica.
Los medios de Costa Rica publicaban días pasados la fotografía de un ministro de ese país luciendo el sombrero del representante del sector arrocero tico. Tenía el sombrero equivocado. Su obligación era ponerse el de la sociedad.
En El Salvador los reclamos son análogos: la semana pasada apareció en los medios un campo pagado de cinco asociaciones que se arrogan la representación del "sector productivo", pidiendo que se les eche una mano. Cosa de cheros.
Es sabido que a nadie se le niega una mano. Menos aún ante la promesa de que la ayuda será recíproca. Y patriótica: "echémonos la mano por El Salvador", dijeron. Después echémonos una Pilsener, les faltó agregar.
Entre los firmantes hay exportadores, a quienes la libre importación de insumos les incrementaría la competitividad. No importa, luego pedirán extender el draw-back y compensarán. Privilegios para todos.
Informan que el rival es inflexible. Cerremos filas entonces, porque estos insaciables europeos seguramente querrán conquistarnos. Como hicieron hace 500 años, de manera inflexible.
La realidad es que lo único que protegen son sus privilegios, que por definición son ilegítimos (aun cuando algún madrugón legislativo les pueda dar un barniz de legalidad), pues utilizan el poder coercitivo del Estado para limitar las opciones de la gente para utilizar su dinero. Es una versión atenuada, pero generalizada, del sistema de fichas de las fincas.
Se trata de pobres subidiando a ricos, que es precisamente lo que transforma en injustas a las sociedades. Y le dan la razón a Montaigne, el francés precursor de la teoría marxista, que planteaba que "la pobreza de los pobres es consecuencia de la riqueza de los ricos". Los privilegios ilegítimos logran el torpe milagro.
Después no nos sorprendamos que mi nefasto compatriota, el energúmeno que anhelaba multiplicar la guerra de Vietnam propiciando el odio como factor de lucha, tenga tantos adeptos.
La fórmula no es ganadora. Es perdedora. Para los pobres.
Hasta la próxima.
El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 8 de junio, 2015
- 10 de abril, 2013
- 26 de enero, 2014
Artículo de blog relacionados
- 18 de julio, 2008
Libertad Digital, Madrid Se da por descontado que la cultura no es rentable...
3 de diciembre, 2009Infobae Los países se consideran a sí mismos únicos y, de hecho, todos...
22 de enero, 2021Por Carlos Alberto Montaner El Nuevo Herald Los guayaquileños hicieron la mayor manifestación...
23 de febrero, 2010