Por un plato de lentejas
Cuenta la biblia que Esaú, heredero de Isaac, regresó de cazar y encontró a Jacob, su hermano gemelo, pero menor por algunos minutos, comiéndose un plato de lentejas. Muriéndose de hambre, Esaú pidió a Jacob que le diera de sus lentejas. Este último, aconsejado por su madre, de la que era el favorito, le ofreció dárselas pero a cambio de la primogenitura. Esaú, sintiendo que no aguantaba el hambre, asintió y perdió así su primogenitura. Desde ese momento, la frase "por un plato de lentejas" se ha usado para expresar una transacción en la que alguien vende algo de gran valor por un precio irrisoriamente bajo.
Los comunistas siempre han tenido el concepto que los burgueses venden su alma por un plato de lentejas. En una conferencia que dio el 30 de junio de 1975 a la asociación norteamericana de sindicatos AFL-CIO, Alexander Solzhenitsyn, contó cómo en una reunión en Moscú en la que se ventilaban miedos a una posible confrontación con los capitalistas, Lenin, dijo: "Camaradas, no entren en pánico. Cuando las cosas se tornan muy difíciles, nosotros les daremos una cuerda a los burgueses y ellos se colgarán ellos mismos". Otro líder comunista de los primeros tiempos, Karl Radek, le preguntó entonces: "Vladimir Ilyich [el nombre de pila de Lenin], ¿pero adónde vamos a encontrar suficiente cuerda para colgar a toda la burguesía?" Y Lenin contestó, riéndose: "Ellos nos la van a vender". Lenin añadió que, con tal de no confrontar a los que tienen el poder político, los burgueses se harían "los ciegos, los sordos y los mudos", al ver cómo los comunistas tomaban todas las medidas para despojarlos de sus bienes y sus vidas y de su país.
Los comunistas siempre han apostado a que Lenin tenía razón, a que encontrarán suficientes burgueses que les venderán la vida, o el futuro de sus hijos y nietos, o el país entero, por unos cuantos contratos más, por lo que en la biblia se llama un plato de lentejas, y han diseñado estrategias para tomar el poder basados en la expectativa de que así lo hagan. Estas estrategias buscan cuatro cosas: Primero, generar el dinero para pagar a los burgueses de este tipo, el cual normalmente lo toman de los mismos burgueses. Segundo, dividirlos prometiéndole a cada uno que si les ayudan no le harán nada, exceptuándolo de lo que le van a hacer a los demás. Es el argumento de "a ti no". Tercero, darles excusas a estos burgueses para que ellos puedan justificar frente a sus pares su relación con los comunistas y sus agentes. Desde la época de Lenin, estas excusas han sido similares: "No hay que confrontar al poder; el señor es bueno, él realmente nos quiere defender de los comunistas; él les da poder porque no puede evitarlo, al fin y al cabo tiene que jugar política, pero es nuestra única esperanza; parece que él me manipula pero en realidad yo lo manipulo a él". Y así. Cuarto, ridiculizar el miedo a la tiranía que ellos quieren imponer. Haciéndoles caso, muchos creen que "es absurdo tenerle miedo al comunismo" porque ya desapareció. Ciertamente que ha desaparecido en los países desarrollados, en donde entendieron hace mucho tiempo que el comunismo sólo lleva a la miseria. Pero no ha desaparecido en Cuba, en Venezuela o en el FMLN de El Salvador.
Los comunistas, y sus asociados, han usado estos elementos en todos los países que han esclavizado. Desde Rusia a Cuba, desde Venezuela a Nicaragua, han subido al poder jurando que ellos o los políticos que les sirven de vehículos son moderados, y han usado la colaboración de burgueses para ganar posiciones desde donde posteriormente los destruyen.
Las evidencias de que esto está pasando en El Salvador son claras. Hay muchas personas que creen, o quiere creer, que si no se oponen, los comunistas los dejarán seguir ganando dinero, ejerciendo sus profesiones, trabajando en sus empleos, figurando en sus gremiales. Los que están abajo llegan a creer que los comunistas destruirán sólo a los que ganan más que ellos, y los que están arriba creen en las promesas de "a ti no si te callas, a ti no si nos ayudas". Y por esas promesas, se callan, condonan, colaboran, creyendo que al hacerlo están demostrando que son listos.
Esas promesas son platos de lentejas. Y son lentejas falsas. Los que han creído las promesas de "a ti no" y han callado mientras los comunistas se han tomado el país entero, eventualmente han descubierto que al fin y al cabo los comunistas no tenían que destruirlos. Se han caído ellos mismos, indefensos ante los gobiernos totalitarios que ellos contribuyeron a establecer. Ha sido hasta entonces que han descubierto el significado de las palabras de Lenin: "Ellos se colgarán con la cuerda que ellos mismos nos venderán".
Esta es la lección que todos los salvadoreños debemos entender ahora que el país está bajo el ataque de los regímenes cubano y venezolano. En el mortal juego que juegan los comunistas, venderse por un plato de lentejas es un suicidio a mediano plazo.
El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
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