La cumbre de las paradojas
Madrid. – El 18 de mayo pasado se reunió en Madrid la VI Cumbre ALCUE (América Latina, Caribe, Unión Europea). Junto a ella se celebraron otros foros subregionales (UE con Mercosur, Comunidad Andina –CAN-, América Central y Cariforum) y bilaterales (México y Chile). En líneas generales se puede hacer un balance positivo de lo ocurrido en la capital de España en estos tres días para estimular la relación birregional, así como en los logros alcanzados por la presidencia española en la organización del evento.
El intenso trabajo de largos meses invertido por los responsables de América Latina en el ministerio de Exteriores se tradujo en el éxito de la Cumbre. Es verdad que algunos mandatarios, de ambas orillas, no se hicieron presentes, pero como vengo sosteniendo desde hace tiempo, y no sólo para las Cumbres Iberoamericanas, no se puede hacer depender el éxito o fracaso de estas reuniones de una mera cuestión cuantitativa (relación de presentes y ausentes, o acuerdos alcanzados con las diferentes partes).
Desde la óptica española los principales objetivos fueron cumplidos, comenzando por el máximo, relanzar la relación entre Europa y América Latina. También se alcanzaron otros logros no menos importantes, como el Tratado de Asociación con América Central, el primero de su tipo, que se agrega al acuerdo ya en marcha con el Cariforum, los acuerdos multipartes con Colombia y Perú, o el anuncio formal de reanudar en julio próximo las negociaciones entre la UE y Mercosur. También hay que mencionar la creación de la Fundación Eurolat o lo puesta en marcha del Mecanismo de Inversión en América Latina (MIAL o LAIF en inglés).
Sin embargo, y pese a todos estos importantes e indiscutibles logros, que suponen importantes avances en la construcción de la relación birregional, hemos contemplado algunas paradojas importantes. La primera es que pese a los éxitos alcanzados no se han dado pasos significativos en la conformación de la alianza estratégica, la gran meta buscada por algunos y recogida en la Declaración Final. El nuevo presidente chileno, Sebastián Piñera, en parte condicionado por su condición de novato en estas lides, pero también por ser el responsable de la VII Cumbre, a celebrarse en 2012 en Santiago, calificó al proceso birregional como “demasiado lento” y se comprometió a renovar el diálogo de una forma consistente con los retos de la sociedad de la información, de forma de adecuarlo a los retos del siglo XXI.
La segunda paradoja pasa por el compromiso español con la Cumbre y, obviamente por la relación birregional, junto a la inadvertida presencia en Madrid, casi clandestina, de Catherine Ashton, la alta representante de la Unión Europea para la política exterior y la seguridad común. Es verdad que el protocolo de la Cumbre, adaptado a la nueva realidad del Tratado de Lisboa, no le daba demasiado juego entre Rodríguez Zapatero, Durao Barroso y van Rompuy, pero hubiera sido de agradecer un mayor compromiso suyo, así como una declaración formal de su negociado que nos permitiera saber con mayor claridad qué papel le asigna a América Latina en el conjunto de la política exterior europea. No basta con que España y Portugal quieran impulsar la relación, es necesario que las altas instancias de Bruselas se comprometan al respecto.
La última paradoja reseñable se vincula al síndrome del perro del hortelano. Si la UE no avanza en la negociación subregional con América Latina hay que apuntar a las debilidades del proyecto, pero si negocia bilateralmente hay que recordar que de esa forma atenta contra la integración regional y potencia la pobreza. Este fue el mensaje lanzado por el presidente de Bolivia Evo Morales en un mayestático desayuno, en el cual acusó, sólo con recortes de prensa, a un partido político español de financiar un supuesto golpe de estado, existente sólo en su imaginación. Dijo Morales que la UE dividía a la CAN. Algo similar expresó Intermon Oxfam, que denunció los acuerdos con Colombia y Perú por ser un obstáculo para eliminar la pobreza y la desigualdad y no permitir la defensa de los derechos humanos. Su portavoz concluyó: “Esos pactos debilitan a la Comunidad Andina, en clara contradicción con el mandato de la UE de promover procesos de integración regional”.
Por eso Bolivia se negó a que la CAN negociara con la UE ninguna cuestión comercial que tuviera algo que ver con el libre comercio. En una rueda de prensa en Madrid Morales afirmó tajante: “Bolivia jamás va a negociar el saqueo de nuestros recursos naturales”, convencido como está de que hay una conspiración en marcha para esquilmar a su país. En esta línea, su gobierno observó el acuerdo alcanzado en Madrid y presentó una reclamación ante el tribunal de Justicia de la CAN. El problema es, con aliados como éste, cómo avanzar en una asociación estratégica que supone un alto grado de confianza entre las partes y, sobre todo, una mayor sintonía entre los líderes.
- 23 de julio, 2015
- 16 de junio, 2012
- 4 de septiembre, 2015
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
La Nación Es una verdadera novedad histórica lo que está pasando a nivel...
18 de mayo, 2022Por Bhushan Bahree The Wall Street Journal La demanda mundial de petróleo está...
22 de junio, 2007Por Secundino Núñez ABC Digital Estas últimas declaraciones que ha hecho el presidente...
26 de enero, 2008Por María Teresa Romero El Universal A tres meses de que los castro-chavistas...
5 de junio, 2013