Venezuela: La Boliburguesía Agrícola (I)
“La maldad de muchos no está en lo que dicen acerca de su causa, sino en lo que dicen sobre sus contradicciones”. – Robert F. Kennedy
Como es de conocimientos de muchos la corrupción administrativa ha existido siempre en los gobiernos de Venezuela. El gobierno de la quinta república no es la excepción. Para muchos, incluso, ha alcanzado nuevas dimensiones, a juzgar por la cantidad de dinero que se transa diariamente, especialmente en carros y viviendas de lujo.
Que lo vemos en los grupos que se formaron en el chavismos llamados la Boliburguesía Agrícola. En donde se destapan en forma abierta como me dicen de estos nuevos ricos vía correo electrónica me manda una series de irregularidades que se hacen en el sistema agrícola del país. Como se comenta de estos hechos regulares da Tristeza e indignación causa el hecho de ver fracasado un proyecto socialista y ambicioso como lo es “…el estímulo a la producción nacional de caraotas a través de la creación de empresas del estado”, caso particular la corporación Venezolana Agraria “Empresa Mixta Socialista Leguminosas del Alba”.
A manera de historia, en enero del año 2008, surge la “Empresa Mixta Socialista Leguminosas del ALBA, la cual fue creada por nuestro Presidente: Hugo Rafael Chávez Frías, para incentivar y desarrollar la producción nacional de las caraotas negras, bien sea a través de las siembras, en tierras rescatadas por el INTI y adjudicadas a la empresa o bien promoviendo su producción, a través de incentivos a los productores. En aras de promover está política agrícola el 2 de noviembre del 2007 en la Gaceta Oficial número 38.802, el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierra “… declaró prioritaria la producción nacional de caraota negra, como rubro estratégico para la alimentación del pueblo venezolano y el desarrollo rural integral, a fin de garantizar la suficiente disponibilidad de este rubro”, cumpliendo con el objetivo de la seguridad y soberanía agroalimentaria de la Nación.
Como bien sabemos, el objeto de la soberanía agroalimentaria es garantizar alimentos a la población venezolana dando prioridad a los productores nacionales, asegurándoles el acceso a tierras, créditos, asesoramiento técnico, maquinarias y equipos, así como también el arrime seguro y pago oportuno de sus cosechas para de esta manera estimular la producción interna; en contraste a las antiguas políticas neoliberales que estimulaban al comercio internacional e incrementan la dependencia de los pueblos de las importaciones agrícolas y que, en consecuencia, incitan al éxodo rural y al completo abandono de la agricultura.
En la ciudad, quizás podamos alimentarnos consumiendo únicamente alimentos importados, pero qué sucede con nuestros productores de caraotas y frijol ubicados en los estados Portuguesa, Cojedes, Barinas, Guárico, Monagas, entre otros; los que a duras penas logran comercializar su producto a precios razonables. Además de que se ven obligados a aceptar que las empresas empaquetadoras de granos les cancelen extemporáneamente las cosechas arrimadas una vez que le realizan grandes descuentos de producto al ser seleccionado a nivel de las plantas. Como es posible que un proyecto que nació para incentivar la producción nacional, los directivos de esta empresa no hayan realizado efectivamente las gestiones para que sean cancelados los arrimes de muchos de los productores que arrimaron sus cosechas de frijol y caraota con la esperanza de obtener un pago oportuno por el fruto de su trabajo. ¿De qué sirve que se produzca suficiente cantidad de leguminosas a nivel de campo, si la Presidencia de leguminosas del alba no muestra sensibilidad social hacia los productores agrícolas que no tienen suficiente dinero para sanarse, alimentarse, vestirse o para que sus hijos asistan a la escuela?
Contradictoriamente “Leguminosas del Alba” registra en sus inventarios una gran cantidad de frijol procedente de la cosecha anterior almacenado en cavas refrigeradoras, incrementándose los costos de producción por concepto de almacenamiento en frío. Así mismo, tiene en sus almacenes producto de la actual cosecha. Se estima que en total existan unos 1.500.000,00 kg de frijol que no han sido comercializados. Además de que parte del frijol producto de la cosecha anterior, almacenado en unas cavas ubicadas en Quibor en el estado Lara, presentan perforaciones que afectan la calidad del grano. Esta situación sin duda alguna se debe a que quienes ostentan cargos gerenciales y toman decisiones, no tienen criterios técnicos para la producción, conservación de granos y su comercialización. Tampoco cuentan con la más mínima idea de que existe la planificación estratégica en la agricultura; he aquí las consecuencias de obviar las experiencias, formación técnica y preparación para la designación de cargos; característica muy común en la administración pública bajo la responsabilidad de los boliburgueses agrícolas y de la cual no escapa Leguminosas del Alba.
Según consta en acta, publicada en la gaceta oficial 367673 del Miércoles 25 de febrero del 2009, la Empresa Mixta Socialista Leguminosas del Alba tenía como meta “…sembrar 35 mil has de caraotas a finales del mes de octubre del 2009”. Es importante resaltar que el Instituto Nacional de Tierras (INTI), le asignó a la Empresa Leguminosas del Alba 41.767,28 hectáreas, de las cuales, tan solo han sembrado 181 hectáreas entre caraota y frijol, lo que representa el 0.23 % de la superficie total asignada. Apenas el 0.23%, es el ínfimo porcentaje aportado, por esta empresa mixta socialista, a la seguridad y soberanía agroalimentaria de nuestro pueblo.
Resulta sorprendente como se despilfarran los recursos del estado por la inoperancia y el desconocimiento técnico de las personas a cargo de las unidades productivas. De esta manera, observamos como predios que han pasado a ser parte de la estructura productiva de la empresa tales como: “Guanayen”, en Aragua; el “Caura”, la “Culebra”, “Santa Cruz”, en Barinas; “Feneca”, “Hermanos Zapatas”, “Hatos Arrecifes”, la “Roana”, en Guárico; la “Quinta”, en Yaracuy; se han convertido en tierras totalmente improductivas. Basta con revisar los números y ver las cifras de la producción, las cuales no cubren ni siquiera el 1% de lo planificado. Claros ejemplos de toda la desidia con que son manejadas estas tierras por la empresa, son los sectores de La Quinta, en Yaracuy; Simón Planas y La Miel en Lara, en los cuales apenas tan solo lograron cosechar 832, 1588 y 842 kilogramos de caraotas negras respectivamente. No podemos dejar de mencionar el fundo “Guacabras”, en Lara por la gran cantidad de recursos financieros que han sido invertidos sin retorno, en la ejecución actividades como: compra de plántulas de tomates, cebolla y pimentón para sembrar en semilleros construido sin ninguna orientación técnica, perdidas finalmente por falta de agua de riego y luego por problemas de enfermedades fitosanitarias no contraladas oportunamente; también las pérdidas se observaron en las siembras de leguminosas y frutales, particularmente en el rubro caraota aproximadamente 80 hectáreas fueron siniestradas por inundación e inadecuada forma de riego; asimismo se ha utilizado una gran cantidad de dinero en el acondicionamiento de la infraestructura para el funcionamiento de las oficinas administrativas de acción centralizada, entre otras. Es así, como a través de esta “efectiva gestión”, CVA Leguminosas ha trabajado en pro del desarrollo del país, “incentivando la producción nacional de caraota”, colocando en alto el objeto de las empresas del Alba, aportando su granito de arena para reducir las importaciones de leguminosas en nuestro país.
Como vemos el dinero público se ha destinado a financiar la agricultura será aún más excluyente, otorgado solo a quienes acompañen el rechazado proyecto socialista gubernamental. En adición, como se liquida el personal subalterno pero los funcionarios del alto gobierno que lo manejan a su entera discreción siguen siendo los mismos, puede aseverarse que la corrupción agrícola en Venezuela simplemente cambió de nombre tal como lo han hecho en anteriores oportunidades este gobierno no se escapa de esta corrupción que se hacen con estos grupos que llamamos Boliburgueses Agrícolas…
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