El Diario Exterior
Israel es la única nación democrática en un área de dictaduras, teocracias y bandas terroristas que fusilan, ahorcan y asesinan ciudadanos sin importarles el número, pero que aparecen estos días como magnánimas ante los criminales hebreos que impidieron la llegada de un convoy de barcos con ayuda humanitaria a Gaza.
Unos israelíes, además, que mataron a nueve pacifistas que rechazaban violentamente el abordaje al mayor de los seis barcos de la “Flotilla de la libertad”, en los que viajaban unos 700 activistas de la paz y la concordia universales.
En el imaginario colectivo Gaza es un territorio donde viven hacinados y aislados por Israel 1,5 millones de palestinos, una falsedad, porque son alrededor de 415.000 que están encerrados también por Egipto.
Y es que Egipto se fía tan poco como los israelíes de los opresores del territorio: Gaza está controlada por Hamás, organización terrorista de sanguinarios fanáticos religiosos que bombardean regularmente Israel y que masacraron a la Autoridad Nacional Palestina y a la OLP, creada por Yasir Arafat.
Quienes se indignan al ver las manifestaciones de supuestos pacifistas en apoyo a ETA, a los presos de ETA, a las acciones de ETA, por ejemplo, no detectan que son el mismo tipo de ideologías y personas, y hasta podrían ser las mismas personas, que los activistas de los barcos.
Todos vestidos de paz, y unos serán Chamberlain y otros Hitler y Stalin. Pacifistas de Fidel, de Sadam y, ahora, de Mahmoud Ahmadinejad: los progresís más reaccionarios.
Y el gobierno israelí, en lugar de explicar quién y por qué se montó esa flotilla propagandística, creyó torpemente que al ser una democracia reconocida no necesitaba simpatía internacional alguna.
Ni siquiera había explicado que el principal organizador de la columna, la oenegé turca IHH, Insani Yardim Vakfi, es una creación islamista radical cercana a Al-Qaeda.
Tampoco recordó que muchos de los viajeros, algunos demócratas idealistas, eran los necesarios tontos útiles para el márketing islamista, que como Hitler y Goebbels hace mejor agit-prop que los judíos.