La censura gana otra batalla

Clarín

La inevitable tentación de repetir graves errores de regímenes que no pueden convivir con las libertades básicas de la democracia, escribe siempre nuevos capítulos. Ahora, el gobierno de Hugo Chávez ha dado otro paso -esta vez decisivo- hacia la censura .

La creación del Centro Situacional de la Nación, un organismo burocrático que examinará qué información estatal o de “la comunidad” podrán conocer los venezolanos, sigue cerrando el círculo sobre el periodismo no adicto o crítico del régimen chavista, que muestra su naturaleza.

Ese organismo tendrá una amplia potestad para sacar del escrutinio público cualquier información que se considere como “atentatoria de los intereses de la nación”.

Este nuevo límite a las libertades democráticas se añade a otras medidas de control sobre los medios de comunicación, como la ley de Educación, aprobada en 2009, luego que fracasara una draconiana ley de medios por una fortísima oposición.

Las fracasadas experiencias anteriores no influyen sobre aquellos que siguen considerando incompatible o peligrosa para sus intereses la libertad de prensa o de información con gobiernos autoritarios, aun los elegidos por el voto popular.

Esta concepción está extendida en varios países latinoamericanos. Tiene diferentes expresiones nacionales, con distintos grados de intensidad. Cuba y Venezuela están al tope de ese ranking.

En Argentina, hay cada vez más decisiones oficiales dirigidas a entorpecer el acceso a informaciones esenciales del Estado. Los pedidos de acceso a la información pública son demorados, cuando no ignorados olímpicamente, por los responsables de suministrarla. Los argumentos de que afectan la seguridad o la privacidad son también una forma repudiable de censura .