Junio 20: tarjeta roja a candidato verde
Aprendí hace tiempo que uno sabe si tiene un buen presidente, jefe, esposa, hijos y ahora candidato presidencial, no en las buenas ni en la prosperidad sino en la adversidad, la escasez y los fracasos.
Si alguna duda tenían quienes estaban atrapados en esa "traga maluca" del candidato Mockus, traga que nubla los ojos, blinda el cerebro y no sólo no permite aceptar los defectos del "amado" sino que forzadamente se convierten en virtudes, quedaron aclaradas en el discurso del domingo luego de conocerse los resultados de la primera vuelta.
El patético pero alarmante episodio de la secta girasólica dirigida por el pastor o barbado ayatolá sin turbante, en compañía de su boquiabierto o "embriagado por el éxito" copartidario, acabó de confirmar el riesgo en que se encontraba Colombia de caer en manos de un valioso ser humano, pero pésimo y peligroso candidato a dirigir al país. Los cánticos del líder de la secta y de sus fanáticos seguidores demostraron, además de la falta de hidalguía y dignidad de un mal perdedor, la discordancia de su discurso que, aunque evidente en toda la campaña, fue negado por aquellos que lo inflaron diciendo que no es que fuera incoherente sino que era una inteligencia superior y los seres inferiores no podíamos entenderlo. Peor aun, según el candidato verde lo malo no fue lo que allí sucedió sino que quedó registrado por las cámaras que él "no sabía" que estaban en el recinto.
Imagínense un presidente que ante un problema serio o un fracaso, reaccione negando la realidad, felicite a todos por el éxito alcanzado y se ponga a cantar y a repetir mantras verdes. Pensándolo bien no hay que imaginárselo pues ¿qué mejor muestra que el vecino presidente de la Cuba continental? ¿Será que resucita el "Dueto Miseria"?
Imagínense un presidente que en vez de aceptar su error e incapacidad, opte por insultar a quien lo derrotó. ¿Esa es la "nueva política? Que el cielo nos proteja. Este falso apóstol de la virtud, del respeto por el otro y del "no todo vale", no sólo puso en duda al candidato que lo venció, sino que tomó el "atajo" de insultar a todos los que no votamos por él. ¿Cómo se atreve este incoherente ilustrado a decir que los que no votaron por él somos unos corruptos? Este candidato necesita que le den una dura lección pedagógica en las urnas este 20 de junio.
Pero no sólo trató de hampones a los casi 7 millones que votaron por Santos, sino que insultó también a los votantes de los otros partidos y a los abstencionistas, que como tampoco votaron por él, según la lógica mockusiana, alguien debió haberles pagado por ello, pero ahora tiene el cinismo de invitarlos a que voten por él. Este "profesor" necesita que le saquen tarjeta roja el 20 de junio por juego sucio.
Sin duda la política necesita algunas de sus ideas y de las personas que se vieron en la necesidad de acompañarlo, para desgracia de ellos, pero el país no se merece un presidente como él.
Es un buen hombre pero un pésimo candidato que necesita que le den una pela electoral este 20 de junio por parte de los colombianos que, aunque les duela a los verdes, no somos tontos ni corruptos ni homicidas ni mafiosos.
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