Brasil podría sacar tajada de la tragedia en EE.UU.

RIO DE JANEIRO.- Brasil se beneficiaría con el derrame de crudo de BP en el Golfo de México, porque la veda a la perforación petrolera en aguas profundas en Estados Unidos dejaría disponibles plataformas para el programa de exploración offshore (costas afuera) del país.

Incluso, en la medida en que el desastre vuelve más incierto el futuro de las perforaciones mar adentro de Estados Unidos, Brasil avanza con un plan de 220.000 millones de dólares a cinco años para hacer exploraciones aún más profundas que el nefasto pozo de BP en el golfo, de donde todavía fluye petróleo.

Con unos 35 pozos detenidos en el Golfo de México, Brasil ya está recibiendo solicitudes de compañías que quieren mover sus pozos allí, donde enormes hallazgos en años recientes podrían convertir al país en uno de los mayores exportadores de crudo.

"Lo que es malo para algunos podría ser bueno para otros", dijo Fernando Martins, vicepresidente de GE Oil and Gas para América latina, que presta servicios a las petroleras en Brasil. "Dado que los operadores están parando sus actividades al menos temporalmente en la zona del golfo de Estados Unidos, ahora algunas compañías están planeando mover sus pozos a Brasil", añadió.

El derrame ha paralizado temporalmente nuevas perforaciones en el Golfo de México y Alaska, y ha provocado que Noruega, que hace 40 años fue pionera en las perforaciones mar adentro, deje de emitir licencias por el momento.

La petrolera estatal brasileña Petrobras, que ya produce alrededor de una cuarta parte del crudo mundial en aguas profundas, podría ser un candidato obvio para tomar plataformas que han quedado disponibles recientemente. Tanto funcionarios del gobierno de Lula como ejecutivos de Petrobras afirmaron que, a pesar del desastre de BP, Brasil no tiene intenciones de desacelerar su desarrollo costas afuera.

La moratoria de Estados Unidos, en tanto, podría durar más de seis meses debido a la oposición del país a las perforaciones mar adentro y a los planes de reforma de los estándares de seguridad.