Con el yuan, Beijing demuestra ser un maestro del ajedrez

The Wall Street Journal

En el interminable juego sobre la moneda china, Beijing ha realizado lo que los comentaristas del ajedrez podrían describir como un movimiento táctico.

Al anunciar inesperadamente que permitirá una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, sin otorgar detalles sobre qué tan lejos o rápido el yuan podrá subir frente al dólar estadounidense, China ha logrado ciertos fines positivos para sí misma.

La medida debería mitigar las críticas a su política cambiaria durante la próxima reunión que el Grupo de los 20 efectuará este mes, un foro en donde se esperaba que surgieran cuestionamientos a China.

Pero, al volver a poner la cotización del yuan dentro de una flotación controlada frente a una canasta de divisas, Beijing no tendrá que ceder demasiado en el corto plazo cuando se trate de la tasa bilateral dólar/yuan. La debilidad del euro –en lo que va del año el yuan ha subido el 14% frente al euro – debería reducir la velocidad de cualquier apreciación del yuan frente al dólar.

El permitir cierto ascenso en el valor del yuan frente al dólar estadounidense ayudará al banco central a combatir la inflación, la que se sitúo en mayo por encima de la meta del gobierno para el 2010. En el largo plazo, el movimiento gradual de China hacia un régimen cambiario basado en las fuerzas del mercado ayudará a que el país pueda implementar una política monetaria más equilibrada.

Existe un lado negativo para China, por su puesto. Al comunicar telegráficamente los planes de revaluación, se arriesga a fomentar flujos especulativos de ingreso al país, lo que complicaría los esfuerzos para controlar la oferta monetaria.

El regreso a un sistema de flotación controlado podría también ser visto internamente como una señal de que China cede a las presiones internacionales. En las últimas semanas, Brasil e India se han unido a Estados Unidos en sus llamados a que China tome medidas sobre su moneda. Y los exportadores asiáticos sentirán alivio de que el yuan se aprecie.

En general, sin embargo, esta medida le permite a Beijing anotarse algunos puntos sin generar demasiados sacrificios. Los próximos acontecimientos en el juego dependerán de la paciencia de Estados Unidos si la apreciación del yuan demuestra ser demasiado gradual.