El Salvador: Compradores, vendedores, alcaldes y desorden
Ventas en la calle hay en todo el mundo. Yo las he visto en Tokio, Nueva York, Los Ángeles, Frankfurt, Bruselas, París, Madrid, Valencia, Roma, Estambul, México y también en ciudades pequeñas. ¡El problema no son las ventas, sino el desorden y los abusos de los vendedores!
El extremo positivo de ventas en la calle lo vi recientemente en un pueblo alemán donde viví cuando era estudiante. Junto a las ventanas de los vecinos que tienen granjas, ponen una estantería con bolsas de frutas y un cartelito que dice: "tome una bolsa y deje tres euros, si no lleva dinero tráigalo más tarde".
En cualquier ciudad civilizada las ventas en la calle están ordenadas y hay muchos modelos cómo organizarlas. Está bien que el alcalde ordene, pero es muy importante tener presente que si los ciudadanos quieren una ciudad ordenada, no compren en la calle.
Personalmente no tengo nada en contra de estas ventas, las hay en todo el mundo y los vendedores tienen derecho a trabajar. Más aún en estos tiempos de creciente desempleo.
El problema ha sido y ojalá termine, la politización, el temor a perder votos, la falta de alternativas para los vendedores informales y de interés, compromiso y responsabilidad por ordenar de los concejos y el alcalde.
Ahora que el alcalde en San Salvador lo está consiguiendo, lo menos que deben hacer los ciudadanos es no comprar en la calle y los vendedores asumir los nuevos lugares de venta. Al final el ordenamiento será bueno para todos. Ordenándose compradores y vendedores no habrá ventas informales y todas contribuirán con el mantenimiento de las buenas condiciones de trabajo en los nuevos lugares.
Pero el colmo del desorden de ventas en la calle está en San Vicente, donde a pesar de haber un nuevo y amplio mercado, está medio vacío porque las vendedoras ocupan los puestos dentro del mercado como bodega y la venta la tienen en la calle, y lo peor, la alcaldía cobra por los dos puestos.
Atentando contra la ordenanza municipal, la ley de mercados y la Constitución de la República, los concejos y los alcaldes han permitido y permiten que las ventas obstruyan las entradas a las casas. Tengo un amigo que quiere reconstruir su casa y las vendedoras no se mueven para que se pueda iniciar la obra. Ni conversaciones con el alcalde, ni cartas al concejo han servido para nada. La recomendación extraoficial, es que mi amigo pague a las vendedores varios miles de dólares para que se aparten, como hicieron ya otros vecinos.
Esto que ronda el allanamiento de morada, pues no permitir entrar es casi lo mismo que una ocupación indebida, está siendo consentido por las autoridades municipales, y el consentimiento estriba en que cobran la tasa municipal a las vendedoras que impiden la entrada.
La gente razonable no estamos en contra de las ventas ordenadas en ningún lugar, pues son el medio de vida de los vendedores, pero sí en contra del desorden, los abusos y la falta de interés municipal por ordenar.
¡Definitivamente, hay que ordenar y lo mejor para todos es por las buenas!
El autor es ingeniero y columnista de El Diario de Hoy.
- 23 de julio, 2015
- 28 de enero, 2025
- 27 de enero, 2025
Artículo de blog relacionados
The Wall Street Journal Americas El 4 de mayo pasado, Chevron Corporation se...
14 de mayo, 2012- 27 de marzo, 2007
BBC Mundo Incertidumbre. Es la palabra con que el analista Jesús Silva Herzog...
2 de septiembre, 2012El Blog de Montaner Carlos Alberto Montaner nos explica en qué consiste el...
21 de julio, 2020