Vade retro, Satanás
López Perito pidió, a través de declaraciones hechas a la prensa, que no satanicemos a Venezuela. Desde luego que nunca hemos satanizado a Venezuela, ya que tenemos los dedos necesarios de frente para poder distinguir que una cosa es Venezuela, así, sin aditamentos, que la República Bolivariana de Venezuela que es el feudo que va siendo creado por Hugo Chávez para proclamarse, un poco antes o un poco después, su dueño, su amo absoluto, su guía espiritual, su pensamiento político, su defensor contra las agresiones del mundo donde centenares de países están dedicados única y exclusivamente a conspirar en su contra, como si no hubiera cosas más importantes que hacer.
No demonizamos a Venezuela. Demonizamos al presidente-comandante bolivariano Hugo Chávez, inventor, creador y principal impulsor de un esperpento político al que decidió llamar “socialismo del siglo XXI”, sin especificar muy bien de qué se trata y, sobre todo, en qué se diferencia de los socialismos del siglo XX que han fracasado estrepitosamente. En realidad tendría que llamarlo “marxismo-leninismo”, pero no lo hace por temor a poner en alerta a los venezolanos tal como lo hicieron Fidel Castro y su hermano Raúl, quienes desde tiempo atrás tenían ya bien armado su proyecto marxista-leninista. Solo cuando se sintieron bien enraizados en Cuba, una vez eliminados los más importantes y significativos rivales políticos, una vez fusilados los más recalcitrantes, hicieron conocer sus verdaderas intenciones políticas. Fórmulas en las que siguen creyendo a pesar de haber fracasado en todo el mundo y que ahora desean exportar a diferentes países (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y algunas pequeñísimas islas de su vecindad). También quieren hacerlo con nosotros, pero no han podido franquear el escollo más grande y serio: el propio presidente Fernando Lugo, cuya falta de carisma y una popularidad en descenso sostenido y constante no le permiten tomar las decisiones que a Chávez, el títere parlante de Fidel, le gustaría que tomara.
¿Es posible que alguien con madurez política, con sólidos principios democráticos, con un respeto incuestionable a la libertad del otro pueda ser engañado por el palabrerío irracional, incontenible, irrefrenable de este personaje que no pudo ser retratado ni siquiera por la mejor novela de realismo mágico de varios escritores latinoamericanos como Alejo Carpentier, Juan Rulfo o Augusto Roa Bastos? Criticado días atrás por la orden de apresamiento del director de Globovisión y de su hijo, Chávez se lavó las manos diciendo que era un asunto estrictamente judicial y que él respeta la separación de poderes y por lo tanto la libertad de la justicia. Claro que dos días después, el mismo en que López Perito pedía que no se satanizara a Venezuela (o con más precisión, al régimen de Hugo Chávez), el presidente-comandante anunciaba la expropiación de las acciones de Globovisión, pero no porque él quisiera ni porque su director tuviera una línea crítica con su régimen, sino por motivos estrictamente judiciales relacionados con la corrupción, según dijo.
Durante tres décadas y media sufrimos una espantosa dictadura que en todo momento “actuó con la ley en la mano”. Una ley que fue blandida como un terrible garrote contra todos los que no comulgaban con su cruel régimen. El propio López Perito sufrió las consecuencias de esa mano que sostenía la ley con la izquierda porque la derecha la tenía ocupada manejando la picana eléctrica en contra de sus víctimas. El presidente-comandante, que tiene la presidencia asegurada de por vida gracias a la nueva Constitución que él ordenó redactar y promulgar, podrá contarnos todas las historias que crea oportuno contar, podrá inventar todos los argumentos que necesite inventar, pero lo que no logrará hacer es convencernos a quienes hemos vivido en dictadura, a quienes la sufrimos y a quienes conocemos todas las groseras explicaciones que siempre tienen a mano. Desde luego que deben protegerse atrás de tales mentiras y creer en ellas, como cuando Raúl Castro afirma que nunca se asesinó a nadie en Cuba, cuando fue él mismo quien elaboraba las listas de personas que debían ser ejecutadas y que le ganó el apodo de “Raúl el Cruel” entre sus propios compatriotas. No somos nosotros quienes demonizan a Chávez, lo hace él mismo y lo está logrando con mucho mérito.
- 23 de julio, 2015
- 18 de abril, 2025
- 22 de abril, 2025
- 4 de septiembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Libertad Digital, Madrid Cada vez que Zapatero anuncia una nueva medida para resolver...
28 de noviembre, 2009Por Roberto Cachanosky Economía Para Todos El récord de recaudación tributaria en relación...
13 de mayo, 2007Infobae - Economía Para Todos Días atrás, el senador Luis Juez dijo en el programa...
23 de noviembre, 2022- ¿Qué puede cambiar la era Trump, en el gran tablero del mundo? La respuesta marca tres horizontes: China, Israel/Palestina, y Ucrania27 de enero, 2025