Guatemala: La familia Ayau

Prensa Libre

Hay una pequeña región de Francia en Limousin, llamada Ayau. Como muchas regiones del viejo mundo, empezó a sufrir en el siglo XIX el fenómeno de éxodo de familias completas hacia nuevas regiones. Muchas de ellas, huyendo de persecuciones religiosas, de miseria y de tantos sufrimientos que aquejan a los seres humanos, se embarcaron en la aventura de las migraciones.

Una de las ramas de la familia Ayau vino a suelo americano, estableciéndose en varios lugares, tales como California, y de ahí migrando a distintas partes y regiones del continente. Las grandes empresas de Guatemala tienen su origen en una familia de inmigrantes. Y muchas de esas familias fueron personas libres que se establecieron en América en el siglo XIX.

Los inmigrantes Ayau, venidos de Francia, siempre tuvieron ideas visionarias. Por ejemplo, don Rafael Meza Ayau fundó en El Salvador la primera empresa R. Meza Ayau y Cía., dedicada a la fabricación de cerveza, la cual más tarde se convirtió en la conocida líder industrial, Cervecería La Constancia, S.A. Sus hijos, Manuel y Rafael, y sus descendientes, con gran ética de trabajo y espíritu innovador, continuaron fundando nuevas empresas. Todas estas empresas se adhieren hasta hoy a los conceptos de calidad, servicio y excelencia legados por su fundador, como también se guían por los principios éticos de su filosofía de trabajo.

Parte de la familia vino a Guatemala. La familia Ayau encontró un país prometedor en un lugar con múltiples oportunidades para el que quiere hacer las cosas. La familia dirigida por Manuel Ayau Samayoa primero se dedicó a la construcción de viviendas. Luego, usando el conocimiento desconocido para la mayoría de las personas, la familia se inicia en la actividad empresarial, que toma del ambiente el aire y lo transforma en un sinnúmero de subproductos que están presentes en la vida diaria de todos los guatemaltecos. Bebidas enlatadas, equipo médico, soldadores, industriales, pisos cerámicos, energía eléctrica. Comerciantes, negociantes, mercantes, tenderos, técnicos, mecánicos, empresas fabriles, constructores, hospitales, clínicas, dispensarios, sanatorios, torneros, restaurantes, hoteles y supermercados, se benefician de la actividad que esa familia comenzó en Guatemala.

Quizá ese espíritu emprendedor se acrisoló en la figura de Manuel Ayau Cordón. Había nacido en Guatemala el 27 de diciembre de 1925. Contrajo matrimonio en 1948 con Olga García. Tuvo seis hijos. La madrugada del miércoles 4 de agosto los guatemaltecos experimentamos su sensible fallecimiento.

Su cuerpo fue velado en su casa. La casa de la libertad y, luego, conducidos a un bello cementerio en el Monasterio Ortodoxo de la Santísima Trinidad Lavra-mambré.

Pocas veces se han visto reunidas en una sola persona el coraje y decisión con el temple y la audacia. No solo el éxito empresarial, el ser miembro del Congreso, candidato presidencial y vicepresidencial, miembro de la junta directiva de IBM, de la Bolsa de Valores de Guatemala.

Fundador del Centro de Estudios económicos y sociales de Guatemala y de la Universidad Francisco Marroquín, director de dos bancos, de la Mont Pelerín Society. Quizá lo más relevante de su acción es: no tratar de formar partidos políticos ni de manipular gente. Se trata de hablar, dialogar, disertar, decir, expresar, manifestar, declarar, exteriorizar, comentar las ideas de personas libres y responsables. Eso fue él siempre: una persona libre y responsable.