La isla de Pascua amenaza con independizarse

SANTIAGO, Chile.- Los nativos de la isla de Pascua (Rapa Nui, en idioma original), ubicada a 3500 kilómetros de las costas chilenas, volvieron a amenazar esta semana con independizarse de Chile y sumarse a la Unión Polinesia, luego de una disputa territorial que llevó a que los clanes familiares tomaran numerosos terrenos y casas fiscales.

"Llevamos 50 años sin ser escuchados. Nos cansamos de creer en la ley del continente y hemos aplicado la ley Rapa Nui. Por eso hemos entrado en las propiedades que son nuestras", explicó el vocero de los clanes, Mata Atán, que advirtió que no cederán hasta recibir una respuesta concreta del gobierno de Sebastián Piñera.

"El pueblo Rapa Nui tiene que administrar su propiedad en conjunto con el gobierno. Si el gobierno no nos hace caso, nosotros nos vamos al Pacífico. Ya firmamos un tratado con el Pacífico, con la Polinesia", dijo el presidente del Parlamento insular, Leviante Araki, en una declaración que encendió las alarmas en el palacio de La Moneda.

El primero en viajar a la isla fue el intendente de Valparaíso -región a la cual pertenece administrativamente Pascua-, Raúl Celis, que recibió instrucciones precisas del gobierno chileno de calmar los ánimos de los manifestantes. Después de algunas horas en terreno, el enviado intentó bajar el perfil a las amenazas isleñas.

"La independencia de Chile no es ni siquiera una de las inquietudes de sus habitantes. Puedo asegurar con absoluta certeza que esa posición es absolutamente minoritaria. El Parlamento de Rapa Nui no es un organismo de una representación tan decisiva. Pascua tiene que cumplir la ley chilena, tanto como cualquier otro lugar del territorio nacional", dijo Celis.

El problema se remonta a la década del 50, cuando el gobierno chileno construyó en terrenos pertenecientes a los nativos, comprometiéndose a restituir las tierras en el futuro, incluso duplicando y triplicando el área expropiada. La promesa jamás fue cumplida.

Como los ánimos están lejos de ser aplacados, el gobierno de Piñera envió ayer a la isla una comisión ministerial compuesta por los subsecretarios de Bienes Nacionales y Desarrollo Regional, Carlos Llancaqueo y Tomás Flores, que inmediatamente ofrecieron a los manifestantes evaluar alternativas para resolver el problema de las tierras.

El Parlamento Rapa Nui nació hace exactamente un año, y se hizo público a través de una insólita protesta, cuando un grupo de medio centenar de personas ocupó la pista del aeropuerto de Mataveri e impidió la llegada de aviones durante 48 horas. En aquella ocasión, se exigió a la autoridad continental el establecimiento de un control inmigratorio, de duración definida y sin residencia, para los forasteros, quienes -según los isleños- sólo han llevado malas costumbres a la isla, como drogadicción y delincuencia. Además, numerosos turistas han sido detenidos por rayar o destruir algunos de los característicos 900 moáis de piedra volcánica, símbolo por el cual la isla es conocida en todo el mundo.

La isla de Pascua, un territorio de 160 kilómetros cuadrados y 2800 habitantes administrado por un Consejo de Ancianos, forma parte de Chile desde 1888 y ha sufrido más de un levantamiento, incluyendo una histórica demanda contra el Estado chileno por una ley de propiedad individual establecida por la dictadura de Augusto Pinochet.