El rostro de Bolívar
"Bolívar ha vuelto a la batalla". La frase retumbó con fuerza en voz de Hugo Chávez durante una alocución en cadena nacional ocurrida días después de la exhumación de los restos de El Libertador. Sí, una vez más, Bolívar ha vuelto. ¿Pero por qué en este momento? ¿Qué hay detrás de la exposición televisada del cadáver de El Padre de la Patria? Las hipótesis de la comisión presidencial para la investigación de la muerte de Simón Bolívar se basan en especulaciones de Chávez.
El presidente se ha referido a dos hipótesis: (1) el cuerpo que reposa en el sarcófago no corresponde al de El Libertador y (2) Bolívar puede haber sido asesinado envenenado quizá , y no haber muerto de tuberculosis. La exhumación, por lo tanto, viene a despejar las dudas presidenciales. La urna de plomo de Bolívar no es abierta desde que en 1843 José María Vargas formó parte de la comisión encargada de trasladar el cadáver desde Santa Marta.
Pese a la reiteración de las dudas presidenciales, la exhumación ha despertado suspicacias y, en repetidas ocasiones, el mismo Hugo Chávez ha desmerecido el rumor de que se trate de un ritual santero. Mi inquietud está entonces referida a cuál es el motivo, fuera de probar las hipótesis presidenciales, de esta exhumación. O más bien, ¿cuál es la significación de este ritual televisado en el que se muestra a la Nación el esqueleto de El Libertador? ¿Qué función cumple la imagen televisada en la coyuntura política-electoral? Estamos, quizá, frente a la máxima expresión del culto a Bolívar que se haya producido hasta el día de hoy. ¿Hay alguna otra manera, tras este evento, de rendir un culto mayor a El Padre de la Patria?
Un informe suministrado a los medios devela que los restos fueron colocados en una urna de metacrilato, atornillada con tornillos de oro de Guayana y resguardada en un sarcófago de madera de cedrillo llanero con el escudo nacional en oro incrustado en la tapa. El presidente ha ordenado un nuevo panteón para Bolívar y hasta la bandera que cubre la nueva urna ha sido cosida por las manos del Pueblo en una performance nacional inédita.
Chávez, en su obsesión por confundirse con El Libertador, ha ensayado más de una maniobra. Entre ellas, la reinvención de los símbolos patrios y la puesta en escena de una narrativa nacional que lo incluye.
¿Cómo es, entonces, que por una hipótesis infundada el Twitter presidencial informó que los huesos sí `correspondían’ a Bolívar , la Nación haya decidido/dejado abrir el `sagrado’ sarcófago de El Libertador? La identificación Bolívar-Nación-Chávez parece haber sido suficiente para llegar hasta los mismísimos huesos del culto, para hiperbolizarlo hasta un punto insospechado.
Pero me inquieta una cosa más. Entre los procedimientos que se realizarán en los próximos días se encuentra un estudio, con la aplicación de un software especializado, que recreará una imagen computarizada y tridimensional del rostro de Bolívar. Pregunto: ¿Será su rostro, después de todo, parecido al de Hugo Chávez?
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