El consumidor americano ha vuelto
El Economista, Madrid
Poco a poco, las ventas al pormenor están reaccionando en Estados Unidos, para alegría de las compañías de distribución y alimentación. Los analistas lo están observando, y ya comienzan a abundar las recomendaciones de compra entre las grandes del sector.
No está todo perdido, ni mucho menos. Pese al susto que se llevaron las bolsas en agosto, parece que las últimas señales apuntan que los consumidores de EEUU siguen dispuestos a ejercitar sus carteras. Las ventas al por menor subieron un 0,4 por ciento en agosto, el segundo mes consecutivo de subidas. Los ciudadanos desembolsaron cerca de 363.700 millones de dólares entre las minoristas del país, algo que indica que, quizás, existen oportunidades para sacar provecho al asunto.
Con recesión a la vista o no, una cosa es evidente, el McDonald?s que ocupa el cruce de la calle Delancey con Essex en el Lower East Side deManhattan está lleno hasta la bandera. Es cierto que sus ventas comparables del pasado mes de agosto defraudaron, con un incremento del 4,9 por ciento en todo el mundo. Sin embargo, este traspié estuvo motivado principalmente por una caída de ventas en el Viejo Continente, no en EEUU.
Bajo estas circunstancias, la cadena de restaurantes de comida rápida más grande del mundo es un claro ejemplo de los valores que mantienen sus ventajas, incluso en momentos de incertidumbre. Para R. J. Hottovy, analista de Morningstar, gracias a su impresionante línea de nuevos productos como smoothies, frappes y otros refrescos, "la compañía sabe ir por delante de la dura competencia del sector". De hecho, el experto preveía una ligera revisión al alza de su precio objetivo, que según Morningstar está en los 66 dólares por título. Esta sensación es general, puesto que el consenso de mercado recogido por FacSet otorga un consejo de compra al valor.
Pero no muy lejos de la hamburguesería, en el 175 de la calle Clinton, las cinco cajas de la cadena de supermercados Fine Fare intentan despachar lo antes posible a la larga cola de clientes. Precisamente, buena parte de los productos que llenan sus estantes, como la charcutería Oscar Mayer o los suculentos Mac?n Cheese, forman parte de la cartera de Kraft. Durante la semana pasada, el conglomerado alimenticio celebró en NuevaYork su Día del inversor, donde aprovechó para trazar su nueva estrategia de crecimiento, tras consumar la compra de Cadbury.
Desde JP Morgan, su analistaTerry Bivens explicaba en una nota a sus clientes que a partir de ahora "Kraft buscará un crecimiento orgánico en sus ventas del 5 por ciento y un incremento de su beneficio por acción que ronde entre el 9 y el 11 por ciento?. Para el gigante bancario, durante los próximos seis meses o un año, los títulos de Kraft "van a sobrepasar la media de retorno del resto de valores en el sector". JP Morgan sigue manteniendo el precio objetivo de la compañía alimenticia en 35 dólares por título, mientras que la media de analistas recomienda adquirir sus acciones.
Todd Rosenbluth, analista de fondos de inversión de Standard&Poor´s, no duda en recomendar valores dentro del sector de bienes de consumo y el consumo discrecional. En particular, hace referencia al fondo de bienes de consumo de Fidelity, que a día de hoy cuenta con un retorno del 10 por ciento en el último año. La cartera está compuesta por títulos de la minorista Wal- Mart, la cadena de droguerías y farmacias CVS Caremark, la tabacalera Altria y el fabricante de refrescos Coca-Cola. Todas ellas también poseen un consejo de compra.
En Goldman Sachs, sus analistas de renta variable recomendaban a comienzos de semana apostar fuerte por los sectores de consumo, aunque "el débil mercado laboral tendrá un claro impacto en el gasto del consumidor". Las previsiones de Goldman Sachs indican que su crecimiento se situará en un 1 por ciento, en tasa anualizada, en el último trimestre del año y se mantendrá en dicho nivel hasta los primeros meses de 2011.
Aun así, aunque quizás las posibilidades o propensión al gasto continúen débiles, los ciudadanos van a continuar con la compra de productos básicos y por eso los expertos de Lehman no dudaban en recomendar la compra de fabricantes de refrescos como Pepsi, la tabacalera Lorillard o el productor de alimentos para bebés Mead Johnson Nutrition.
Por su parte, la agencia de calificación Moody?s indicaba en un informe publicado el pasado miércoles que muchas compañía alimenticias y de bienes de consumo presentan unas sólidas condiciones financieras, después de mejorar su liquidez durante la recesión económica sufrida en EEUU, lo que podría desatar una oleada de operaciones corporativas y "aumentar los beneficios de sus inversores".
Eso sí, el documento señala que, tradicionalmente, este tipo de situaciones han anticipado rebajas de calificación para muchas compañías. Moody?s ha recortado la nota del sector de bienes de consumo en 53 ocasiones durante los últimos 15 años. La firma señala algunos casos concretos como cuando, en 2001, Kelloggs se hizo con Keebler, sufrió una rebaja de rating de casi seis escalones.
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