¿Naturaleza o destrucción del hombre?
Los líderes populistas se ufanan de haber logrado paraísos en sus países, y tanto insisten a través de la propaganda masiva, al estilo Goebbels, que muchos terminan creyéndolo. Pero la realidad es que, aun cuando emigrar es una decisión dura, millones salen de esos "paraísos" para radicarse, precisamente, en los países que estos embusteros populistas critican.
Newsweek dio a conocer un ranking basado en la pregunta "Si naciese hoy, ¿qué país elegiría porque le daría la mejor oportunidad para una vida saludable, segura y próspera? que, aunque este tipo de estadísticas tiene muchos errores humanos y subjetividades, tiene una base real. Finlandia quedó en el puesto 1; Suiza, 2; Suecia, 3; Australia, 4; Noruega, 6; Canadá, 7; Japón, 9; Dinamarca, 10; EEUU, 11; Alemania, 12; Gran Bretaña, 14; Francia, 16; Chile, 30; Costa Rica, 35; Panamá, 41; Perú, 42; Uruguay, 44; México, 45; Argentina, 46; Brasil, 48; China, 59; Colombia, 62; Paraguay, 68; Ecuador, 70; Venezuela, 71; El Salvador, 72; Nicaragua, 75; Honduras, 76; Bolivia, 77; Guatemala, 84 y últimos los países africanos.
Para Newsweek, probablemente el factor más importante sea la educación. Pero la URSS puso gran énfasis en ella consiguiendo grandes logros científicos en armamentismo, en la carrera espacial, en el arte (como el Bolshoi), y tantos otros y, sin embargo, la calidad de vida era mediocre al punto que los esfuerzos para cruzar la temible "cortina de hierro" fueron enormes, con tal de escapar del oscurantismo socialista. La educación es importante (la riqueza es cada vez más científica y tecnológica) pero como consecuencia de un "sistema social" que le dé lugar y la aproveche.
No por casualidad, los países más deseados por las personas, en general, coinciden con los más "libres" según el Índice de Libertad Económica publicado por El Cato Institute, con datos del 2007, que además a grandes rasgos son los países más ricos: Hong Kong, 1; Singapur, 2; Nueva Zelanda, 3; Suiza, 4; Chile, 5; EEUU, 6; Canadá, 8; Australia, 9; Gran Bretaña, 10; Dinamarca, 12; Panamá, 14; Finlandia, 16; Costa Rica, 20; Noruega, 24; Alemania, 27; El Salvador, Honduras y Japón, 28; España, 39; Suecia, 40; Perú, 41; Nicaragua, 60; China, 82; Paraguay, 91; Bolivia, 103; Argentina, 105; Venezuela, 138; siendo los últimos los africanos.
Esto también coincide, en general, con el Informe Global de Competitividad 2010-2011 del World Economic Forum, en el que aparecen Suiza, 1; Suecia, 2; Singapur, 3; EEUU, 4; Alemania, 5; Japón, 6; Finlandia, 7; Dinamarca, 9; Hong Kong, 11; Gran Bretaña, 12; Noruega, 14; China, 27; Chile, 30; Panamá, 53; Costa Rica, 56; Brasil, 58; Rusia, 63; Uruguay, 64 y México, 66.
Los países más libres logran ser los más ricos y más deseados. Pero ¿libres de qué? Porque los populistas también hablan de la "liberación" de los imperios y las multinacionales y otros males. Pues libres de coerción estatal sobre el mercado, sobre las personas. Y esto es, entonces, lo que haría ricas a las sociedades, a las personas: la ausencia de la coacción gubernamental que, basada en el monopolio de la violencia estatal (policía), coerciona a las personas para recaudar impuestos e impedir ("regular") una cantidad de actividades.
En definitiva, y esto sí que tiene sentido, el progreso y el bienestar son proporcionales a la ausencia de violencia, coacción (estatal), que ya Aristóteles definía como aquello que va contra la naturaleza, contra el desarrollo natural, espontáneo, de las cosas. Cuando se mata, se va contra el desarrollo natural de la vida. De aquí que la violencia siempre destruye, siempre corrompe. Corrompe la vida social porque quién tiene el poder coactivo es objetivo para ser corrompido.
El Índice de Percepción de la Corrupción, 2009, de Transparencia Internacional, ubica, en general, a los países con mayor coacción estatal (mayor violencia) como los más corruptos. Así, los menos corruptos, son Nueva Zelanda, 1; Dinamarca, 2; Singapur, 3; Suecia, 4; Suiza, 5; Finlandia, 6; Australia y Canadá, 8; Noruega, 11; Hong Kong, 12; Alemania, 14; Austria, 16; Japón y Gran Bretaña, 17; EEUU, 18; Chile y Uruguay, 25; España, 32; Costa Rica, 43; Colombia y Perú, 75; China, 79; El Salvador y Panamá, 84; México, 89; Argentina, 106; Bolivia, 120; Honduras y Nicaragua, 130; Ecuador, 146; Paraguay, 154; Venezuela, 162; y Somalia, 180.
En fin, los verdaderos "verdes" deberían oponerse a toda violencia (a toda coacción) porque desvía el desarrollo natural de los hechos, destruye a la naturaleza.
El autor es Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute de Oakland, California.
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