Chile: la apuesta más personal de Sebastián Piñera

Infolatam

Santiago de Chile.  – Sebastián Piñera ha asumido una postura de enorme implicación personal en el rescate de los 33 mineros, atrapados desde el 5 de agosto en la mina San José. El presidente de Chile aterrizó en Mina San José, procedente de Copiapó, a las 15,45 acompañado de su esposa, donde fue recibido por el ministro Golborne que le explicó los pormenores del rescate. Piñera se mostró muy interesado por la seguridad del rescate y las pruebas realizadas con la cápsula.

Fue de los primeros en estar convencido de que estaban vivos, pese a que era una posibilidad remota, y ha liderado los esfuerzos del gobierno para acelerar el rescate, pasando a convertirse su salvación en una prioridad de su administración. Desde aquel primer día se fijó una meta: “rescatarlos sanos”, como él mismo ha repetido insistentemente.

Pocos creían en agosto que los mineros chilenos estuvieran vivos. De entre esos pocos sobresalía Sebastián Piñera, que asumió el rescate con vida de los mineros casi como algo personal: “espero poder compartir ese momento con el cual he soñado tantas veces, porque he soñado muchas veces con ver salir a los mineros desde la montaña y va a ser un día de emoción, de lágrimas”.

Como recordaba este domingo La Tercera “el Presidente repetía que los mineros estaban con vida. Sus hijos eran escépticos. Contra la opinión de buena parte de sus ministros y el comité político, Piñera se había jugado por involucrar de lleno al gobierno en la operación y no dejar el caso en manos de los dueños de la mina…El siente el rescate como algo propio, un proyecto que impulsó pese a que todos le decían lo contrario”.

La tragedia cogió a Piñera de viaje a Colombia para la toma de posesión de Juan Manuel Santos a la que no pudo asistir porque abandonó Bogotá con destino a Chile: ”el rescate no está solo en las manos de los hombres, sino también en las manos de Dios”. Desde entonces, Piñera visitó numerosas veces la mina durante estos meses asumiendo casi las labores de portavoz del gobierno. 

Así, fue el encargado de informar de que había 6 perforadoras trabajando para dar con el sitio donde se suponía estaban los mineros lo cual permitiría “proveer a los mineros de agua, aire, iluminación y apoyo moral”.

Una semana después de producirse el derrumbe, el 11 de agosto, Sebastián Piñera tomaba duras decisiones como la de destituir a Exequiel Llanes, subdirector de Minería, y a Rodolfo Díaz, director del Servicio de Minería en la región de Atacama. Además, anunciaba una profunda reforma al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), organismo encargado de vigilar la seguridad en los yacimientos mineros del país.

La euforia

Y entonces llegó uno de los días más felices en la vida del presidente. El 22 de agosto pudo anunciar al país que los 33 mineros se encontraban con vida, aunque las labores de rescate se prolongarían durante, al menos, tres meses. Piñera enseñó ante las cámaras el trozo de papel escrito por los mineros que confirmaba que estaban vivos y que decía: “estamos bien en el refugio los 33″.

De forma vehemente, Piñera explicó sus sentimientos y lo que vio cuando entró en contacto por videoconferencia con los mineros: “Hoy día Chile entero está feliz, lleno de emoción…Yo los pude ver con mis propios ojos a través de las cámaras de vídeo. Vi a ocho o nueve de ellos que agitaban sus brazos, que estaban todavía con sus lámparas prendidas y que estaban aparentemente en buen estado físico…Los trabajadores tenían “los torsos desnudos, porque debe hacer calor (hasta 36 grados); estaban con ánimo, con fuerza, lo cual me dio mucha alegría y mucha fe de que esta operación va a terminar bien”. 

Piñera comentaba muy didácticamente que una vez concluida la búsqueda, se iniciaría la operación para rescatar a los trabajadores accidentados: “Ya estamos entubando la perforación para poder aportarles medicamentos, alimentos, hidratación, comunicación e iluminación, porque la tarea restante va a tomar tiempo y tenemos que tener seguridad de que están en buen estado”.

La implicación presidencial fue desde entonces aún mayor: el diario La Tercera aseguraba el domingo que “el Presidente tuvo diariamente en sus manos un detallado informe médico de los trabajadores que le enviaba el ministro de Salud, Mañalich.

Los mineros pidieron el 24 de agosto directamente a Piñera que no les abandonara: “Señor Presidente, nosotros necesitamos que no nos abandonen… los 33 que estamos aquí al interior de la mina, bajo un mar de roca, estamos esperando que todo Chile haga fuerza para que nos puedan sacar de este infierno”.

“No los vamos a dejar solos”, respondió Piñera, quien añadió: ”quiero agradecerles y felicitarlos por su fortaleza, por su temple. Nos sentimos orgullosos de ustedes. Sé que con esto interpreto a todos y cada uno de los chilenos”. En la conversación, el Presidente reiteró su compromiso y el del Gobierno por rescatarlos: “ustedes no van a estar solos ni han estado solos un solo momento. El Gobierno está con ustedes. Está todo el país con ustedes y quiero que estén tranquilos porque sus familias van a estar acompañadas y apoyadas”.

Los plazos se acortan

Piñera se comprometió entonces a que volverían a la superficie antes de acabar el año: “no van a estar con nosotros para el Bicentenario, pero sí estarán con nosotros en Navidad y Año Nuevo”. Pero esos plazos fueron acortándose primero al mes de noviembre y ahora ya sólo es cuestión de horas.

La aparición con vida y el papel de Piñera en concreto tuvo efectos sobre su popularidad y la del mediático ministro de Minería, Laurence Golborne. Piñera subió a 56 por ciento su nivel de respaldo, lo que significó una subida de diez puntos con respecto a julio. El ministro de Minería, en tanto, es respaldado por el 78 por ciento de los encuestados.

En septiembre, Piñera luchana en dos frentes diferentes pero con un mismo objetivo: salvar vidas. Al rescate de los mineros se unió otro grave problema, el de la huelga de hambre de 34 mapuches.

El presidente subrayaba este doble hecho ante la Asamblea de la ONU: “creo señor presidente que es una paradoja que en nuestro país hayamos trabajado tanto por salvar la vida de los 33 mineros y tengamos simultáneamente a 34 comuneros mapuches que atentan contra sus propias vidas a través de una huelga de hambre”.

A comienzos de octubre, Piñera volvía a adelantar la fecha del posible rescate: podría ser antes de su proyectado viaje a Europa previsto para la segunda mitad del mes: “espero poder rescatarlos antes de partir a Europa, para mí es muy importante compartir ese momento con los 33 mineros y con sus familiares. Va a ser una noticia que va a llevar esperanza y alegría al mundo entero”,

Ahora, a las puertas de consumarse el rescate, las palabras de Piñera este `pasado domingo cobran más sentido que nunca: “lo que comenzó como una posible tragedia, está terminando como una verdadera bendición (…). Este es un momento maravilloso que hemos esperado durante mucho tiempo”.

El rescate también le ha servido al Presidente para estimular el sentimiento nacional así como la unidad de todos los chilenos: “me siento muy orgulloso de ser chileno y de ser presidente de Chile, porque el espíritu que se ha vivido en esta mina San José es el que queremos que sobreviva para siempre en nuestro país…va a ser un verdadero renacimiento no sólo para los 33 mineros sino también para el espíritu de unidad, fuerza, fe y esperanza que los mineros le han transmitido” a Chile y “el mundo entero”.

De hecho confesó al diario La Tercera que tiene un “compromiso personal con ellos” y que “lo que Chile necesita es empaparse con el espíritu de los 33 mineros, que ha sido de unidad, coraje, fuerza y esperanza, para enfrentar los grandes desafíos que vendrán después de concretar el rescate”.

Para Piñera el recate de los mineros se convierte en una especie de punto de inflexión: ”En la división entre los chilenos está el germen de la debilidad en nuestro país y en la unidad está la fortaleza. Esta ha sido una gran semana: el rescate de los mineros está muy cerca, se terminó la huelga de hambre de los comuneros mapuche y el país recuperó su capacidad de crecimiento”.