El Salvador: El gran engaño
Es posible que usted haya oído la propuesta de que ARENA tiene que unirse a los otros partidos que defienden los principios democráticos en las próximas elecciones de diputados y de presidente. En abstracto, el argumento para defender esta propuesta es impecable, en un momento en el que los principios básicos de la libertad y la democracia están en peligro, los partidos que creen en ellas deben anteponer su defensa a cualquier otra diferencia que puedan tener entre ellos.
La unión es crucial porque la amenaza a la democracia es real, ya que los que quieren destruirla tienen mayoría en la Asamblea y la usan para pasar por encima de cualquier obstáculo como si fueran una aplanadora.
Nadie en su sano juicio podría estar en contra de este argumento. El problema es la manera en la que se trata de aplicar en la práctica, significando que ARENA debe aliarse con el PCN, GANA y el PDC en la defensa de los principios de la libertad y la democracia en contra del FMLN. Para cualquiera que haya seguido aun de una manera casual los eventos políticos del país de los últimos dieciocho meses, una propuesta como esta puede llevar o a quedarse con la boca abierta de la sorpresa o a soltar una carcajada por creer que es una broma. Esto es así porque precisamente son estos partidos los que han dado la fuerza legislativa al FMLN para hacer lo que le da la gana. Ellos son la aplanadora.
Usted sólo tiene que reflexionar un segundo para darse cuenta de que el FMLN no podría estar amenazando la democracia tan gravemente como lo está haciendo, si no fuera por el fiel apoyo que tiene de estos partidos en todo lo que es esencial para sus designios, desde entregar control territorial a escuadrillas cubanas hasta autorizar los préstamos que están endeudando al gobierno desmedidamente para financiar gastos corrientes que no dejan ningún beneficio al país, hasta aprobar las muchas leyes que, día a día, van erosionando las instituciones democráticas del país.
Si usted recuerda, las elecciones de diputados generaron un ambiente de mucho optimismo entre las personas que creen en la libertad y la democracia, porque el voto popular había dado el poder en la Asamblea a los partidos que supuestamente iban a defenderlas: ARENA más el PCN y el PDC. Estos partidos tenían el control no sólo de las mayorías calificadas en la Asamblea (que requieren dos tercios de los votos), sino también de la mayoría simple. El FMLN podría ganar el Ejecutivo, pero el Legislativo estaba firmemente en manos de los partidos que defendían la democracia. No había una amenaza seria ni para ésta ni la libertad.
La gran sorpresa se dio cuando de esta situación pasamos a una en la que el FMLN no sólo controla la mayoría simple sino también la calificada. Los que cambiaron esta situación fueron precisamente los partidos que se describen como de derecha, defensores de la libertad y de la democracia y que por tanto dicen ser aliados naturales de ARENA: el PCN, el PDC y GANA.
Para que estos partidos contribuyeran a esta defensa lo único que tendrían que hacer es dejar de darle al FMLN el control en la Asamblea, que le permite ir destruyendo poco a poco la institucionalidad democrática. Pero no lo hacen. Están comprometidos con el FMLN.
En realidad, si ARENA se uniera con estos partidos, lo que estaría haciendo sería darles una legitimidad de oposición a unos partidos que en realidad son instrumentos del FMLN, con lo que el FMLN ya estaría corriendo en las elecciones no sólo como izquierda radical y moderada, como partido de gobierno y de oposición, sino también, a través de ellos, como partido de derecha y defensor de la democracia y la libertad. Por supuesto, al terminar las elecciones, todos estos partidos volverían a tomar sus posiciones como parte del equipo del FMLN, usando votos de personas que creen en la libertad y la democracia para efectivamente destruirlas día a día, con los votos en la Asamblea y con el apoyo político que vuelve real la amenaza del FMLN.
Por supuesto, habrá gente que diga que esto no es cierto, que hay diferencias graves entre el FMLN y estos partidos, pero lo único que pueden mencionar como ejemplo son los pleitos que tienen sobre quién va a ser el presidente de la Asamblea, o cuántos correligionarios tendrán en la mesa directiva. Por supuesto que estas diferencias existen, pero no son lo que le importa al pueblo o al FMLN mismo. Lo que es crucial es si posibilitan la amenaza a la democracia y la libertad. Y en eso son muy obedientes.
De esta forma, si se alía con gente que se sabe son aliados incondicionales del FMLN, ARENA estaría abriéndose para que le pase otra vez lo mismo que ya le pasó en 2009. Peor aún, estaría debilitándose fatalmente como oposición legítima porque daría la impresión de que o es demasiado ciega para darse cuenta de que sus supuestos aliados volverán a apoyar sólidamente al FMLN al pasar las elecciones, o de que es demasiado débil para evitar que la tomen de tonta, o de que condona el juego mismo, volviéndose en el fondo un cómplice de la maniobra que el FMLN está haciendo para engañar a los votantes.
El autor es Máster en Economía, Northwestern Universiy y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
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