WikiLeaks: ¡Todo ha cambiado!

Desde mi Trinchera

Entiendo el porqué del gran trastorno. Se trata de un bochorno diplomático. Poner en evidencia lo que en verdad de otros se piensa, ocasiona problemas especialmente en ese sofisticado mundo protocolario en el medio del cual se camuflan las guerras.

Los diplomáticos son soldados preparados para la guerra con pañuelos. Usan un leguaje dulcificado, con palabras duales y gestos educados. Toman cócteles, se mandan flores e intercambian conversaciones en medio de elegantes encuentros sociales.

Sus comentarios reales y los informes que mandan y reciben por parte de sus gobiernos, viajaban en inviolables valijas diplomáticas. Y así se ha manejado hasta que el mundo cambió completamente en razón de la informática, del satélite, de las computadoras. Esto motivó la idea de formar un buzón para colectar información reservada, y ponerla al servicio de la prensa libres.

Wikileaks es un empresa que se declara sin fines de lucro, y proclama una transparencia informativa, un periodismo puro proporcionando acceso a documentos incómodos para todos los gobiernos. A nadie le gusta que se publica lo que piensa, aunque estos pensamientos sean evidentes. En ese sentido la empresa despierta simpatías y todos disfrutamos de la fiesta y captamos, además, hasta que punto la informática sigue rompiendo los esquemas.

Wikileaks dice “ofrecer una forma innovadora, segura y anónima para las fuentes independientes de todo el mundo para filtrar información a sus periodistas voluntarios, con el objeto de publica material de significado ético, político e histórico, manteniendo la identidad de sus fuentes anónimas, y proporcionando así una forma universal de la revelación de las injusticias de la operación suprimida y censurada “ . Bonito discurso.

Apoyo la iniciativa, y ojala que por esta vía se rompa de hecho la prohibición impuesta por nuestro gobierno a raíz de aquel viejo asunto de los videopatiño, para que se publique conversaciones o videos grabadas sin conocimiento de sus participantes. Ahora podríamos enviar esos documentos al buzón de Wikileaks, para que ellos lo administren y manejen. Así burlamos a los fiscales del gobierno, nos divertimos un poco, y veríamos como Julian Assange el emperador de esa empresa, se pone por encima de los otros tantos emperadores atómicos o bananeros como los que ahora gobiernan este Planeta Tierra.

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