Guatemala: Arzú quiere ser Presidente, yo astronauta

El Periódico, Guatemala

En lavida, uno puede querer ser muchas cosas. Por ejemplo, cuando yo era pequeña siempre quise ser astronauta pero conforme fui creciendo me fui dando cuenta que los números, indispensables para esta profesión, no son el don más fuerte en mí.

Ahora, de adulta, yo quiero ser cantante, pero nuevamente me tropiezo con que no tengo la voz más privilegiada y solo los extraordinarios amigos que tengo son capaces de aguantar mis cantos en karaoke.

Así es la vida. Uno muchas veces quiere ser muchas cosas, pero la realidad lo va ubicando a uno entre lo posible y lo deseable.

Y hago esta referencia, a raíz de la persistente idea del alcalde Álvaro Arzú, quien ha manifestado que quiere ser Presidente. Una aspiración tan frustrada como la mía por ser astronauta o cantante.

Arzú ha hecho un derroche en publicidad, vallas, ha roto con sus viejos esquemas de no hablar con la prensa y se ha expuesto a lo largo de los principales departamentos del país. Las gigantografías que ya no pintan a aquel alcalde vestido de pantalón caqui y camisa celeste, sino que muestran a una figura imponente, de traje oscuro, que hasta pareciera llevar una bandera por banda presidencial.

Ahora, Arzú ha pintado su imagen como la de un Presidente.

Hay que reconocerle a Arzú que es ingenioso, político hábil, que por lo menos en el último trimestre del año pasado vino a oxigenar la atmósfera electoral y a sacar al capitalino de esa mentalidad absurda de que solo habían dos opciones: la verde o la naranja.

Arzú, con su nuevo discurso de “querer ser presidente”, al menos obligó a otros candidatos a comenzar a hablar de alianzas o salir a dar batalla.

Sin embargo, su sueño de regresar a la Presidencia, no significa que pueda realizarlo.

Y quizás lo más peligroso de este nuevo capricho es que viene a intentar manosear y retorcer la Constitución que prohíbe la reelección.

Arzú con su intentona ha abierto la brecha de la ilegalidad donde seguramente más temprano que tarde vendrán otros como Sandra Torres de Colom, Zury Ríos o Vinicio Cerezo a intentar hacer lo mismo.

Y como a los hechos me remito, quiero retomar lo que expresaron en noviembre pasado, en una publicación de elPeriódico, expertos en Derecho y Constitución cuando se les preguntó: ¿Cómo debe entenderse la intención de Álvaro Arzú a la luz del Artículo 187 que establece la prohibición de reelección?

Anabella Morfín, del Centro de la Defensa de la Constitución, dijo: “Arzú no podría hasta reformar la norma. Tendría que reformarse primero el Artículo 281 (establece que el 187 no puede ser reformado) de la Constitución, y ser aprobada en una consulta popular para luego reformarse el 187. Serían 2 consultas populares.

Gabriel Orellana, abogado constitucionalista: “La Constitución no se lo permite a alguien que popularmente vuelva a ejercerla. El sistema está diseñado para expulsar a todos los ex presidentes mientras no se reforme la Constitución ni Álvaro Arzú ni ningún ex presidente podrán postular su candidatura.

Roberto Villeda, abogado y miembro del comité ejecutivo del Partido Unionista: “El Artículo 186 establece que no pueden optar a la vicepresidencia ni a la presidencia los caudillos o jefes de Estado, la persona que hubiere ejercido y parientes en cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad del Presidente y Vicepresidente. Arzú ya ejerció la presidencia”.

A pesar de estas prohibiciones, Arzú insiste en ser Presidente, recolecta firmas, expone su imagen y sigue con su discurso. Está bien que no se rinda Alcalde, yo también sueño aun con ser astronauta y cantante. Lo bueno de soñar es que es gratis y no tiene límite.