EE.UU./Latam: Las claves del viaje de Obama
Washington.- El viaje de Barack Obama a América latina ha desatado polémicas, pasiones y decepciones así como muchas preguntas: ¿por qué escogió precisamente a Brasil, Chile y El Salvador?, ¿por qué razón elude Argentina? y ¿a qué se debe no ir a Colombia?
Obama anunció durante su discurso ante la Cámara de Representaten que hará una gira por Latinoamérica: ”en marzo viajaré a Brasil, Chile y El Salvador para forjar nuevas alianzas de progreso en las Américas. Alrededor del globo estamos con aquellos que toman responsabilidad”.
El itinerario ha causado euforia entre los elegidos (Brasil, Chile y El Salvador), malestar en Argentina) y perplejidad entre algunos de los no escogidos (Colombia).
Mauricio Funes ha interpretado el porqué de esa elección de Barack Obama como “un mensaje claro de cuál es la apuesta que está haciendo el Gobierno de Estados Unidos, qué tipo de gobierno y sociedades son a las que está apostando para contribuir a través de una alianza con sus gobiernos”.
Y Arturo Valenzuela, Secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, fue muy claro cuando aseguró que “en América del Sur, Estados Unidos ha forjado alianzas especialmente estrechas con Brasil, con Colombia, con Perú y con Chile. Nuestras relaciones con estos países nunca han sido tan extensas con dimensiones tanto regionales como mundiales”.
El bloque anti-Estados Unidos
Estados Unidos mantiene con América latina tres tipos de relaciones. Una vinculación muy especial y diferente al resto con México. De alianza con los países amigos como Brasil, Chile, Colombia, Perú y El Salvador; y de permanente tensión con la Venezuela de Hugo Chávez y sus aliados Nicaragua, Ecuador y Bolivia.
Por esa razón, cualquier gira por la región no incluye a Venezuela país con el que el cambio de administración (de Bush a Obama) no trajo ningún cambio en la relación.
Chávez ha calificado a Obama de “ser (como Bush) la misma miasma (…) por no decir otra cosa…como un obstáculo para el progreso en América Latina”. El reciente veto de Hugo Chávez al nuevo embajador de Estados Unidos no hace sino reafirmar esta situación.
Similares pronunciamiento ha tenido el presidente sandinista Daniel Ortega quien llegó a decir que “no le veo diferencia (…) entre el comportamiento del presidente de Estados Unidos y el comportamiento del presidente George W. Bush… la única diferencia es el color de la piel. El presidente Obama con su piel oscura y el presidente Bush con su piel blanca”.
A ellos se han unido Evo Morales (“si algunos países se desarrollan o se liberan del imperio, el imperio siempre ametralla”) o enEcuador, pese a que Rafael Correa es el más sutil (“ creo que el Presidente Obama, insisto, es una persona capaz, inteligente y con recta intención pero por ejemplo la política exterior de Estados Unidos hacia Latinoamérica prácticamente no ha cambiado en nada”).
El caso argentino
La Argentina de los Kirchner no pertenece al bando bolivariano pero claramente ha hecho de antinorteamericanismo una bandera política y electoral. No hay que olvidar que en 2007 Néstor Kirchner invitó a Hugo Chávez a dar un discurso incendiario en el estadio de River Plate en Buenos Aires mientras George W. Bush visitaba la región y hacía escala en Montevideo.
O como Cristina Kirchner acusó a Estados Unidos de orquestar el escándalo de los maletines: “hay basurales de la política internacional que más que indicar crecimiento y desarrollo indican tragicómicamente la involución del desarrollo de las relaciones internacionales…En esta forma de operar en la política regional – los EEUU – no van a tener resultados – ya que ellos – más que países amigos, quieren países empleados y subordinados”.
Además, el actual gobierno de Argentina chocó en 2010 con Arturo Valenzuela (cuando este se quejó de la “inseguridad jurídica” que existe en Argentina) y ha existido un constante goteo de críticas hacia Obama, como cuando la presidenta dijo que ”hay una sensación de oportunidad perdida, aunque nadie esperaba un príncipe en un corcel blanco”.
Estados Unidos aduce que no visita Argentina por no ir a países que se encuentren en proceso electoral (caso de la propia Argentina, Perú o Guatemala).
Pero más allá de eso, como asegura Juan Gabriel Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella,“la Argentina sí está aislada, pero lo está por dos razones distintas. Ni el tradicional establishment ni la “nueva” burguesía nacional tienen idea de hacia dónde, cómo y para qué se debe o se puede dirigir el país. El mayor problema del país es que no tiene una gran estrategia…Ningún líder del ex G-7 ha venido en visita oficial y bilateral a la Argentina en casi una década por ello. Y por esta razón tampoco Obama visitará el país”.
Los elegidos, Brasil el socio estratégico
Más allá de las diferencias puntuales (caso Irán), Brasil es un socio estratégico para Estados Unidos (lo fue con Bush y ahora con Obama) y es la potencia emergente latinoamericana a tener más en cuenta.
La visita a Brasil y su entrevista con Dilma Rousseff se enmarcan dentro de uno de los propósitos de Obama expresados en el discurso del martes pasado: “crear nuevas alianzas para el progreso en América…derrotar a los enemigos obstinados en cualquier lugar en el que estén y construir coaliciones que superen los límites de las regiones, las razas y las religiones”.
En la “nueva era” que el propio Obama aseguró que comienza, países como Brasil, China e India tendrán mucho que decir.
El anuncio hizo rápidamente revisar la agenda de viajes para el primer semestre del año de la presidenta Dilma Rousseff, quien tenía pensado visitar a Obama en Washington a mediados de marzo. “Es probable que esa visita se reprograme para el segundo semestre del año”, dijo a ANSA un portavoz de la cancillería brasileña.
Chile, un ejemplo para la región
Barack Obama llegará a Chile en su segunda escala del viaje, un país al que ve como un modelo a seguir pues junto a Brasil “representan un ejemplo para todos de cómo una buena política económica permite lograr la prosperidad, en los buenos y en los malos tiempos”.
Por eso, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha asegurado que la visita de Obama, es “sin duda un reconocimiento a lo que juntos hemos hecho los chilenos para fortalecer nuestra democracia, para fomentar nuestra desarrollo económico y para alcanzar una sociedad más justa y con mayor igualdad de oportunidades”.
Piñera ha revelado que le gustaría abordar con Obama temas como la “educación, desarrollo en ciencias, tecnología e innovación”, al tiempo que ha expresado su interés en “colaborar” con Washington en los asuntos relacionados con el medio ambiente.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Hammer, se ha referido a Chile como uno de los socios de Estados Unidos “más cercanos” en América Latina: “ha sido un gran contribuyente en Haití y se ha convertido rápidamente en un líder regional en materia de seguridad nuclear, energía limpia y gestión de crisis”.
Centroamérica, el vientre blando de la región
Centroamérica es, a medio plazo, sino no lo es ya, la zona más delicada y en riesgo de la región por la debilidad de los estados y por la penetración de los cárteles del narcotráfico. Guatemala es el país en mayor riesgo (que visitaron en su día Bill Clinton y George W. Bush), pero al estar en pleno proceso electoral el elegido ha sido El Salvador.
Por eso, el viaje a El Salvador no debe sorprender. Se trata de un viaje muy especial e irónico pues si bien el presidente Mauricio Funes se ha mostrado como un dirigente serio y confiable, ajeno a tendencias chavistas gobierna con la exguerrilla del FMLN fuertemente antiestadounidense y proclive a Hugo Chávez.
Sobre la mesa habrá tres temas prioritarios: la reforma migratoria integral -casi dos millones de salvadoreños viven en Estados Unidos-, el tema de la inseguridad de la región y el combate de la pobreza.
Para Funes la “migración es un tema obligado…Qué podemos hacer conjuntamente El Salvador y Estados Unidos, la región y Estados Unidos para frenar la expansión del narcotráfico en Centroamérica y por supuesto para reducir los niveles de violencia”.
El caso colombiano
Colombia, que fuera durante el gobierno de George W. Bush, el principal aliado regional de Estados Unidos, ha perdido claramente algo de peso en el gobierno de Barack Obama.
Bush consideraba a Álvaro Uribe como ”el mejor amigo” de Estados Uniodos en la región. Obama ha recibido en Nueva York a Juan Manuel Santos pero entre ambos países sigue un tema pendiente que enturbia la relación: la no aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos del TLC con Coplombia muy resistido por los demócratas .
De todas formas, Mike Hammer insistió en que su país “goza de una fuerte relación con Colombia a través de una amplia gama de temas bilaterales, hemisféricos y mundiales. La relación ha sido y seguirá siendo un contacto de alto nivel, como en septiembre de 2010 fue acordado con el presidente Santos.
La importancia de Colombia fue también subrayada por el presidente durante su discurso del Estado de la Unión, donde reiteró su compromiso con una conclusión exitosa del Tratado de Libre Comercio”.
Así lo señaló el propio Santos en Francia: “es lo que todos esperamos, que de las palabras pasemos a los hechos y que ese Tratado de Libre Comercio (TLC) sea aprobado”.
Si bien Colombia no está incluida en el itinerario, desde la administración estadounidense se recuerda que “el presidente Obama ha sido claro en su deseo de visitar Colombia y espera con interés la Cumbre de las Américas en Cartagena”, evento se llevará a cabo del 9 al 15 de abril de 2012.
Obama no viaja a México país que ya ha visitado y con el que mantiene una fluida relación (esta misma semana Hillary Clinton estuvo en Guanajuato con la canciller Espinosa).
Tampoco pasa por Lima pues Perú está en pleno proceso electoral (en abril hay presidenciales). Sin embargo, Arturo Valenzuela destacó en su viaje al país andino que Perú está incluido entre los países con los que Estados Unidos tiene alianzas especialmente estrechas.
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