El decálogo de Chávez (II)

Analítica

(Parte I)

Los decálogos son reglas de comportamiento que pueden ser usados por gobiernos o instituciones como un manual de operaciones. La idea del manual es  encasillar a los ciudadanos dentro de un de comportamiento esperado. Esas normas no siempre vienen en paquetes de a diez, pero la palabra decálogo se refiere a este tipo de principios básicos para el desempeño de una actividad.

El empleo de esas reglas no siempre da los resultados deseados. Los cristianos somos un buen ejemplo. Aun aprendiéndonos de memoria los 10 mandamientos a veces nos desviamos. Otro detalle interesante es que los decálogos no siempre son buenos para todos ni para todo.  Los decálogos son como el amor, a veces se rompen de tanto usarse.

 Los decálogos comunistas fueron diseñados para conducir al rebaño socialista hacia el pensamiento único y la aceptación ciega del dictador. La idea es adormecer  los pueblos induciéndolos a pensar que la dictadura totalitaria, la perdida de la democracia, la libertad y la propiedad privada son mandamientos inevitables para el logro del bien común.

Hugo Chaves  tiene 12 años tratando de vendernos esa idea usando los decálogos que Fidel ha usado durante 5 décadas. Esos instrumentos de lavado mental tienen ingredientes de Maquiavelo, Lenin, Goebbels y Chomsky entre otros. Están diseñados para construir el hombre nuevo que añoraba el Che. Por definición este hombre nuevo es un zombi que acepta sin chistar las ordenes del dictador comunista de turno. El pueblo cubano es un buen ejemplo de los efectos del decálogo y de su uso para tomar decisiones de estado.

Recientemente Wikileaks reveló un cable de la embajada norteamericana en Caracas donde recoge "Los diez principios del chavismo". Fidel ha sido magnánimo con nuestro gran líder al endosarle los derechos de autor de sus refritos. Estos principios son una receta de cocina según la cual:  1) Chávez es indispensable, 2) Es el único poder por lo tanto no puede haber separación de poderes, 3) Nos defiende del enemigo externo (el imperio), 4) Debemos polarizarnos para  mantener a raya al enemigo interno (la burguesía), 5) la democracia participativa (nombrada a dedo) es superior a la representativa (escogida por el voto), 6) la lealtad al líder es fundamental sin importar que hace, 7) Los líderes opositores y a los desertores serán aplastados o hechos presos, 8)Las islas de poder opositor se anularan creando estructuras paralelas para liquidarlas, 9)El partido y el estado son lo mismo y finalmente 10) Chávez que el es el estado y por lo tanto es el dueño de sus símbolos.

Para Chávez, formado en la cultura militar de los "guachos peruanos", los   "guachos comunistas" le son familiares. La receta que ha permitido a Fidel gobernar a perpetuidad también le debe ser útil a él para lavar el cerebro a su pueblo garantizando su permanencia  indefinida en el poder. Lo que el no sabe es que con el tiempo la realidad muestra las verrugas de estos designios y las ilusiones colectivas basadas en falsedades se desploman. Al comienzo estos "guachos" pueden  dar resultados, mientras se reparte a los necesitados la riqueza existente. Este bienestar es efímero porque al no generarse nueva riqueza solo queda miseria para distribuir. Cuba es el mejor ejemplo. Eventualmente al quedar en evidencia el fraude el sistema comunista colapsa y hay que volver a inventar la rueda.

En Cuba ya se siente el rechazo a las prescripciones de esos manuales operativos o guachos generadores de pobreza. Parece que el nuevo hombre cubano cada vez mas empobrecido se hartó de ser un cautivo y desea volver a ser un hombre libre. En Venezuela donde el proyecto cubano solo tiene 12 años de vigencia el rechazo está ocurriendo aún más rápido. La economía bajo la aplicación ciega del "decálogo de Chávez" ya está inmersa en la etapa de los "retornos decrecientes". El aumento de los insumos comunistas en la economía produce cada vez menos riqueza para mantener al pueblo y nos convertimos en un país netamente importador. Esta necesidad de importar a diestra y siniestra, hace imposible a PDVSA seguir siendo la caja chica de nuestra dieta rentista.

En la búsqueda del hombre nuevo solo quedan alistados los comunistas "patria o muerte, los vividores que usufructúan el poder y los  pobres que han logrado sacarse el "Loto de Chávez". Esta ganancia fortuita les brinda modestas  canonjías en ministerios o becas en misiones bajo la condición de convertirse en activistas del PSUV. Por esa vía hemos llegado a un estado hipertrofiado con más de 4 millones de empleados que constituyen la columna vertebral del chavismo. Esta fuerza laboral solo produce más pobreza  y nos conduce a la ruina. Por fortuna, aunque su número es elevado, no llega al 50% del electorado. La tendencia es hacia la desintegración progresiva de este apoyo chavista.

El apoyo al dictador disminuye en la medida que no logra pagar a tiempo los salarios devaluados a sus millones de activistas improductivos. Este grupo, formado mayoritariamente por gente humilde y una minoría agitadores comunistas, se erosiona paso a paso aunque sigue siendo poderoso. Muchos de ellos empiezan a dudar de  los preceptos de Chávez que le atosigan a diario a punta de dádivas y propaganda. En estas condiciones los "principios de Chávez" encuadrados en áridos  guachos y yermos manuales operativos ya no producen los mismos resultados. Al contrario su conocimiento le da a la oposición armas para contrarrestar esos bodrios que alimentan alocadas decisiones dictatoriales.

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